miércoles, 1 de febrero de 2017

Santiagueros: vidas anónimas de Santiago de Cuba



Viajar por Cuba es visitar sus monumentos y disfrutar de sus playas, pero también lo es conocer su gente. Vale la pena sentarse y conversar, ya que es a través de las reflexiones e historias de las personas como uno obtiene una mejor aproximación de cómo es la vida en el país. Estas son las historias de algunas de las personas que conocimos en Santiago.

Enrique Berdión


Santiago de Cuba


Enrique es ingeniero en telecomunicaciones y trabajó para la compañía estatal hasta el año 2000, cuando se jubiló con 60 años. Ahora tiene 76 y vive con uno de sus hijos en Santiago.

El padre de Enrique era originario de Cibanal de Argusino, un pueblecito de León, en España. Al 1925, con sólo 19 años emigró a Cuba para librarse del servicio militar. En La Habana se casó con una cubana y tuvieron ocho hijos: siete varones y una única chica, la más pequeña de todos.

El año 2004 hizo realidad uno de sus sueños: conseguir viajar a España para conocer su familia española. En el pueblo de su padre conoció a su tía Maria, hermana de su padre, y algunos de sus primos -la Maria hoy tiene más de 100 años-. En aquel viaje visitó también Barcelona, de donde recuerda que justo entonces se ponía en funcionamiento el tranvía. Allí vive otra de sus primas, Purificación. Y allí también ha ido a vivir uno de sus hijos, que es médico y está convalidando sus estudios para poder ejercer y aspirar a tener una mejor vida de la que ahora mismo le puede ofrecer Cuba.

Manuel Montoya


Santiago de Cuba


Manuel tiene 67 años y lo hemos conocido en la calle, vendiendo sus títeres artesanales. Tiene tres hijos, de 38, 33 y 20 años y si tiene una gran pasión, se puede decir que esta son los niños.

Era todavía pequeño cuando sucedió la Revolución, pero recuerda la entrada de los combatientes en Santiago. Nos explica que a diferencia de unos años antes, en enero del 1959 no se produjo ningún disparo en el Cuartel Moncada. El ejército de Batista en Santiago se rindió sin ofrecer resistencia y desde el balcón del ayuntamiento de la ciudad fue desde donde Fidel proclamó el triunfo de la Revolución. Manuel y sus compañeros de generación estrenaron al año siguiente los edificios del antiguo Cuartel por su nuevo uso de escuela.

A Manuel se le daba bien dibujar y de joven trabajó de pintor rotulista de aviones. Eso fue antes de trasladarse a La Habana para trabajar durante 23 años de dibujante de dibujos animados para la televisión pública. También hizo de atrecista. Una vez jubilado volvió a su Santiago natal y empezó a modelar títeres, es una forma de continuar con los dibujos y estar cerca de los niños. Toda la familia interviene en el proceso: uno hace los moldes, otro los vestidos y finalmente él los dibuja y pinta. Lo que más ilusión le hace es ver la cara de felicidad de los niños a quienes les acaban de regalar una de sus creaciones.

Celina Fernández


Santiago de Cuba


Celina es nuestra "abuela de Cuba". Hospitalidad es poco para definir lo que hemos tenido los días que hemos estado en su casa. Nos ha cuidado, nos ha mimado y nos ha hecho sentir como unos más de su familia. Su color preferido es el rojo.

Las facciones de la cara de Celina, denotan cierto exotismo, y no es para menos: por sus venas corre una mezcla de sangre cubana, española y siria. Su padre era de las islas Canarias y su madre fue una de las pocas emigrantes sirias que llegaron a Holguín durante la primera mitad del siglo XX. La madre murió cuando ella era pequeña y su padre se casó en segundas nupcias. En total son cuatro hermanos.

Celina es una mujer emprendedora y de carácter. Responde al perfil de matriarca cubana que ya hemos visto en varias ocasiones durante nuestro viaje, en el que es habitual que la familia gire en torno a ella. Ella organiza, ella dirige, ella se preocupa por todos y cada uno de los suyos. También es pionera: hace 17 años que aloja viajeros en su casa -cuando empezó solo habían cinco casas que lo hicieran en Santiago- y también estuvo en la apertura del primer Coppelia (heladerías famosas en todo Cuba) de la ciudad en el 80, donde trabajó hasta hace tres años, cuando se jubiló.

Rodolfo Lucas Gorguet


Santiago de Cuba


Rodolfo tiene 17 años y es nieto de Celina. Desde hace tiempo que tiene claro que quiere ser actor y dedicarse profesionalmente. Es su pasión y dedica todos sus esfuerzos.

Pertenece a la compañía "Caminos" con la que ha actuado ya en todos los teatros de Santiago. También ha actuado por el resto del país donde su compañía ha ganado diferentes premios. Desde hace un año que representa el musical "El Rey León" donde da vida al personaje de "Pumba". El verano del 2015, en vez de disfrutar de las vacaciones como el resto de chavales de su edad, lo dedicó a ensayar y preparar la obra.

Sus esfuerzos están empezando a dar frutos. Este año entrará a estudiar Artes escénicas en Santiago: de los 200 aspirantes que se presentaron para obtener una de las 10 plazas asignadas en la ciudad, él obtuvo la tercera mejor nota de las pruebas de acceso. Si todo va bien, después de cuatro años aquí, pasará a estudiar al Instituto superior de Arte de la Habana.


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