Si algún lugar nos gustó mucho de nuestro viaje por China fue sin duda Huangshan, es decir: las Montañas amarillas. Una cordillera situada al sur de Shanghai con riscos afilados, vegetación conífera y gran acumulación de nubes y niebla. Es el típico paisaje que aparece en las pinturas chinas, un lugar en el que dicen que James Cameron se inspiró para crear el mundo imaginario de Pandora en su película "Avatar". Estas montañas también han sido declaradas Patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Nos levantamos a las 5 de la mañana para coger un autobús a las 6h hacia Tangkou (18 yuanes), donde se encuentra el centro de información turística de Huangshan. Allí cogimos otro bus hasta la entrada este de la montaña (19 yuanes mas por persona) y compramos las entradas a la montaña (230 yuanes) y del teleférico de Yungu (80 yuanes) -para ser China esta excursión resulta un poco cara, pero merece la pena sin duda alguna-.
Cogiendo el bus a Huangshan para ir a las montañas amarillas. |
Chinos muy simpáticos que conocimos en las montañas amarillas de Huangshan |
Montañas amarillas de Huangshan |
Vista desde un mirador a las Montañas amarillas de Huangshan |
Más tarde volvimos al albergue y contratamos para el día siguiente una excursión para ir a visitar dos pueblos históricos: Hongcun y Xidi, que son Patrimonio de la humanidad, pertenecientes a la ciudad de Huizhou. La excursión nos costó 210 yuanes, incluyendo la entrada a los dos pueblos, el bus y la comida; nos sorprendió que fuera tan barato porque haciéndolo por cuenta propia resultaba mucho más caro.
A las 8:15 teníamos que estar en el hall del hotel, ya que venía a recogernos el bus para ir de excursión a los dos pueblos. En seguida vimos que todos eran chinos y que la guía tampoco hablaba inglés, ¡je je! ¡más divertido!
Primero visitamos Hongcun y vimos el fantástico lago de la luna, que nos dio la bienvenida. Este pueblo, que es patrimonio de la humanidad, estaba lleno de estudiantes de pintura pintando en cada rincón; el encanto que tiene radica en sus pequeñas callejuelas antiguas, puentes y mil detalles.
El pequeño pueblo de Hongcun |
Artistes pintando delante del lago de Hongcun
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Comida china en Hongcun |
Después de comer fuimos al otro pueblo, Xidi, el cual tiene una puerta espectacular de entrada al lado del lago. Una vez estuvimos dentro visitándolo nos pareció más pequeño que Hongcun; son dos pueblitos parecidos, con lo cual recomendamos visitar el primero si no se tiene suficiente tiempo para los dos.
Pero lo mejor estaba todavía por llegar, porque más tarde nos llevaron a una tienda donde nos querían vender unas toallas y demás cosas, e incluso nos hicieron una demostración (en chino). Y por si fuera poco, nos llevaron a otra tienda de comida para comprar, aunque nosotros no compramos nada. De repente entendimos porqué nos decía el chinito del albergue que había shopping en la excursión, ¡por algo era tan barata!, ya que solamente la entrada a cada pueblo costaba 80 yuanes... Aunque en definitiva es una excursión totalmente recomendable.
Puerta de entrada de Xidi Las Montañas amarillas
Después de esta visita nos dirigimos al aeropuerto para volar a Beijing y finalizar nuestro viaje en esta ciudad. Como Enric y Celia ya hablan de Beijing y de la la Gran Muralla china en el blog, os remitimos a su post y nos despedimos de China, ¡con muchas ganas de volver algún día a este país que nos ha fascinado! Hasta la próxima!
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A Aurora y Edu les gusta definirse como "viajeros last minute". Les encanta viajar, pero no tanto organizar con tiempo las vacaciones, y por eso son los reyes en organizar viajes en el último momento: lo que a veces puede ser un poco estresante, también tiene un punto de sorpresa y emoción. Son nuestros autores invitados del mes de noviembre y temporalmente les hemos cedido el blog para que nos expliquen su viaje a China. -- Enric y Celia