Para terminar el año 2012 y comenzar el 2013 hemos elegido un destino muy especial: Estambul. Volvemos después de diez años y es que, al margen de lo que hemos recorrido en todo este tiempo, para nosotros es una de las ciudades más impresionantes del mundo. Cruce de culturas, capital de tres imperios (romano, bizantino y otomano), a caballo de Europa y Asia, tradicional y moderna, sede de maravillas como Santa Sofía y la Mezquita Azul... Una ciudad fascinante y donde se respira un ambiente especial. Hemos vuelto con muchas ganas de descubrir nuevos rincones y para redescubrir sus iconos más conocidas pero, sobre todo, para vivir la ciudad con tiempo, pasearla y degustarla, disfrutar de sus detalles e impregnarnos de su esencia.
Aunque no es la capital de Turquía, Estambul es con sus 13 millones de habitantes la ciudad más poblada del país. Con Atyrau (Kazajistan) y Orenburg (Rusia) comparte honores de ser una de las tres urbes transcontinentales que se sitúan entre Europa y Asia. A caballo del Bósforo, entre el Mar de Marmara y el Mar Negro, su centro histórico y comercial se encuentra en Europa mientras que una tercera parte de su población vive en Asia-los turcos llevan años intentando entrar en la Unión Europea-.
Habitada desde hace 5000 años, Estambul ha sido siempre un lugar geoestatégico, ocupando una posición excepcional, lugar de paso obligado de Rusia hacia el Mediterráneo a través del estrechísimo mar de Mármara, y de Oriente a Occidente (y al revés). Tanto es así, que durante todos estos siglos ha sido una ciudad codiciada por las grandes potencias: árabes, bizantinos, otomanos, imperio austro-húngaro, Rusia, sirviendo de capital a dos de los imperios más poderosos de la historia: el bizantino y el otomano.
El Año 330 Constantino escogió la ahora llamada Estambul para crear la capital del cristianismo y del nuevo Imperio Romano de Oriente, convirtiéndose en el centro de una gran civilización: la llamó Constantinopla. La época de esplendor del Imperio Bizantino (que coincidía con la decadencia del Imperio Romano) duró todo un milenio, hasta el 1453. En esta fecha Constantinopla cayó en manos del Imperio Otomano y se inició una profunda transformación cultural, pasando del cristianismo ortodoxo al islamismo, de las iglesias en las mezquitas ... y así es como podemos encontrar obras arquitectónicas tan eclépticas que contengan rasgos de todas las épocas históricas, una de las razones del porqué nos gusta tanto esta ciudad.
A las 6:30 de la mañana suena la llamada a la oración desde las mezquitas que tenemos más cerca, un sonido que se escucha al unísono y que hace que nos demos cuenta que el día comienza en un lugar muy especial, otra cultura nos espera puertas afuera. ¡A partir de ahora éste será nuestro despertador matinal al que nos acostumbraremos los próximos días!
Sobre Estambul también hemos escrito:
- La antigua Constantinopla, el Estambul bizantino
- La Estambul otomana, la ciudad de las cúpulas
- La sema, la singular oración de los derviches giróvagos
- Experiencias para vivir la esencia del Estambul actual