viernes, 24 de enero de 2014

De Mallorca a Australia: Cairns y la Gran barrera de Coral


Después de disfrutar de Sydney, finalmente llegó el gran día: por fin nos poníamos de camino hacia la Great Barrier Reef. A pesar de que el trayecto se hizo un poco largo (al tener que pasar medio día en el aeropuerto de Townsville por culpa de un retraso) finalmente, a las 19:00, llegábamos a la ciudad de Cairns.

En sí, Cairns no tiene mucho encanto, al ser una ciudad eminentemente turística y sin gran historia detrás; pero aún así decidimos quedarnos una noche, ya que al día siguiente, a primera hora, empezaba nuestra aventura: entraríamos en contacto por primera vez y desde la costa de Cairns con la Gran Barrera de Coral, pero eso sí, de una forma especial: ¡sobrevolándola!




A las 09:00 en punto, y después de una breve instrucción de seguridad, subimos a una pequeña avioneta con espacio para 3 personas (piloto incluído) del North Queensland AEROCLUB. Durante unos 40 minutos sobrevolamos una de las principales extensiones de la Gran Barrera, situada a pocos kilómetros de la costa, visualizando kilómetros y kilómetros de barrera con mil formas y tonalidades distintas...





Una vez finalizada la gran experiencia retomamos nuestra aventura, haciendo camino hacia Cape Tripulation, zona selvática situada dentro del Daintree National Park (patrimonio de la humanidad), con una población cercana a los 100 habitantes y situado a 150 km de Cairns. Según lo que habían podido comprobar mis amigos, era desde este punto privilegiado desde donde se podía acceder a una de las áreas de más riqueza y mejor conservada de la Gran Barrera. Así que, después de cerca de 3 horas de camino, en las que disfrutaremos de los múltiples y variados parajes naturales (pero sin éxito en nuestro deseo para ver el tan esperado ¡cassowary!), llegamos al ferry del río Daintree, el único acceso por carretera hacia Cape Tripulation. Con un poco de suerte, durante el trayecto en ferry podréis ver alguno de los cocodrilos autóctonos que habitan el Daintree.


rio Daintree


Finalmente llegamos a nuestro destino final, Cape Tripulation, siendo uno de los pocos Bed & breakfast (Pk’s jungle village) que hay por la zona, será nuestro alojamiento durante los 3 próximos días. La belleza de esta zona selvática es espectacular, y en nuestro caso el alojamiento escogido - a pesar de estar situado en medio de la selva tropical de Daintree- te permitía acceder, en menos de 5 minutos, a una de las playas más impresionantes que he visto, Myall Beach, con un contraste increíble entre mar y selva. Una vez instalados disfrutamos de una noche bajo las estrellas en esta fantástica playa, cenando un poco de cocodrilo a la plancha (de gusto similar al pollo) y hablando de las experiencias vividas, pero esto sí, estando al acecho, ya que, como bien nos habían avisado, los cocodrilos de la zona tienden a dar paseos por la playa una vez se esconde el sol.





Al día siguiente por la mañana nos presentamos a las 08:30 en el punto de encuentro fijado por Ocean Safari, una pequeña empresa de dos chicos de la zona dedicada a realizar salidas diarias a la Gran Barrera. Después de enfundarnos el neopreno nos embarcamos desde Myall Beach en una lancha motora que en menos de 30 minutos nos dejó en la primera de nuestras dos visitas previstas: el escollo MacKay Reef.





Sumergirnos en sus aguas fue una experiencia increíble y difícil de describir: tortugas, estrellas de mar, coral de mil colores, algún tiburón despistado y mil peces distintos nos hicieron perder la noción del tiempo durante cerca de una hora. Después nos desplazamos al escollo Undine, donde seguimos disfrutando de esta experiencia.





A última hora de la mañana, y después de la gran experiencia devolvimos a nuestro alojamiento, donde descansamos y disfrutamos de una tarde de juegos en la playa de Coconout beach, extensión de Myall beach.




Finalmente, el tercer día aprovechamos las últimas horas que nos quedaban a Cape Tripulation para realizar una pequeña excursión por la selva de los alrededores. Así, decidimos subir a la cumbre del Mount Sorrow, de una altura de 685 metros. La experiencia fue increíble, pero también dura: cerca de 6 horas de excursión por bosques selváticos húmedos y con una subida abrupta. Recomendaría realizar la excursión si realmente estáis preparados físicamente y si tenéis unas nociones mínimas de excursionista, ya que que son muchos los que se han acabado perdiendo por estos bosques al ser las señales del sendero escasamente visibles. Aún así la experiencia valió la pena, sobre todo al llegar a la cumbre y poder disfrutar de unas vistas espectaculares de Cape tripulation. Aunque poco pudimos disfrutar de ellas, ya que fue en su cumbre el punto del trayecto donde que "nos atacaron” una mayor cantidad de “leeches” (¡sanguijuelas!), por lo que rápidamente emprendimos nuestro trayecto de retorno a la civilización.

Una vez conseguimos salir de la selva, exhaustos y afamados, disfrutamos de los últimos momentos en la piscina de nuestro camping antes de volver a Cairns, donde pasaríamos la última noche antes de poner punto y final a nuestra aventura. Al día siguiente, 1 de abril, y a las pocas horas de llegar a la ciudad de Brisbane me subí de nuevo al avión de la compañía Emirates para emprender mi viaje de regreso en Barcelona, llevándome en el recuerdo la experiencia vivida al país de OZ, las vivencias, amistades y sonrisas inagotables durante 10 intensos y fantásticos días.





Información útil

Cairns:
  • Bacpakers “Normands, the serpent”: unos 20€ por persona/noche en habitación de 4. Sin grandes lujos, podríamos decir, pero aceptable.
  • Precio para sobrevolar la barrera: 100€ persona.
Cape Tripulation:
  • Pk’s jungle village: unos 20€ por persona/noche en un bungalow de 7 plazas. Un lugar dirigido a jóvenes, pero situado en un lugar idóneo. También se puede llevar tienda de campaña y pagar por acampar.
  • Precio por hacer snorkel: 80€.


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Rosa se considera una viajera meticulosa y previsora; se puede decir que és de aquellas personas que disfruta del viaje antes de empezarlo. ¿Os preguntaréis cómo, verdad? Pues buscando información, organizándolo y intentando encontrar previamente aquellas pequeñas joyas que pasan desapercibidas por el turista convencional, aunque reconoce que las recomendaciones de los amigos le han ayudado mucho en ese sentido. Rosa es la nuestra invitada del mes de enero i temporalmente le hemos cedido el blog para que nos explique su viaje a Australia. -- Enric y Celia


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