Hacía ya 7 años de nuestro primer viaje a Berlín y podemos asegurar que teníamos muchas ganas de volver. Desde el primer momento que pisamos la ciudad nos impactó y ahora, después de haber vuelto por segunda vez, tenemos que confirmar un deseo que nos pasaba por la cabeza hace mucho tiempo: "¡Si tuviéramos que vivir en una ciudad europea, esta sería Berlín!".
Esta vez gracias a Visit Berlin (Turismo de Berlín) y airberlin hemos podido disfrutar de increíbles experiencias que dificilmente hubiésemos conocido si hubiéramos ido solos. Hemos ido con compañía de lujo, otros compañeros de Barcelona Travel Bloggers que han hecho la estancia mucho más agradable: Juli de Experiencia en Europa, Bea de Don't stop travelling, Jessica de Barcelona Blonde, Amadeu de amadeudeu y Rachelle de Surfing the Planet. ¡Ha siso un viaje para recordar!
Por eso, hemos querido hacer una compilación del motivos que nos han llevado a repetir nuestro viaje en Berlín, ¡que también son los mismos por los cuales volveríamos otra vez! Aquí van:
1. El muro:
Este año 2014 se celebra el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín, que estuvo 28 años en pie (del 61 al 89). Es una ocasión perfecta para rememorar la historia y hacer una ruta por uno del símbolos que ha marcado esta ciudad. La parte más conservada hace 1,3 Km. de largo y se denomina Side East Gallery, convertida desde hace unos años en la galería de arte al aire libre más larga de Europa por sus graffitis de muchos artistas famosos. Ahora es un imprescindible en cualquier visita.
2. La arquitectura:
Berlín es sinónimo de arquitectura y de contrastes: por un lado es una de las ciudades europeas con más edificios modernos por m2, y por la otra también se puede ver la huella de una arquitectura soviética que ha dejado el legado comunista de Alemania del Este, como la Quinta Avenida, la primera avenida socialista de la Alemania comunista, la cual su construcción imitaba a las grandes avenidas de Moscú y Leningrado, hoy San Petersburgo. Se caracteriza para ser edificios de una arquitectura idéntica con una fachada sobria.
Por otro lado, la parte oeste está llena de los edificios más modernos de primer orden: la cúpula de vidrio del Reichtag o Bundestag (el parlamento alemán) hecho por el arquitecto Norman Foster con una rampa en forma de espiral llena de espejos es una de las obras más conocidas. En la Postdammer Platz encontramos el emblemático Sony Center del arquitecto Helmut Jahn, un complejo pleno de tiendas, restaurantes, un centro de conferencias, hotel, oficinas, museos, cine, teatro, Legoland y la tienda de Sony. Otros edificios a resaltar son el Kulturforum, varios edificios dedicados a la cultura diseñados por Hans Scharoun, como también el Museo del Judíos de Daniel Libeskind, las Embajadas de los países nórdicos (Alfred Berger & Tina Parkkinen Architects, Joachim Pysall, Peter Stahrenberg), el DZ bank de Frank Gehry, etc. Infinidad de edificios construidos a partir de los años 80 que han dado en la ciudad el aire cosmopolita y modernos que tiene hoy en día. Podéis encontrar más info aquí.
3. La historia:
Si Berlín se caracteriza por algo, es por ser historia pura del s.xx. Los inicios de este siglo (años 20-30) fueron unos años en que había un clima de ostentación y excesos por parte de las clases más pudientes; las más desfavorecidas, en cambio, sufrían un crisis que hizo que la sociedad llegara a un radicalismo político que hizo subir al poder a Hitler en 33. La Alemana nazi, con intención imperialista y de convertirse en una potencia mundial ocupó Polonia e Inglaterra y Francia le declararon la guerra (segunda guerra mundial), que finalmente perdió. Las potencias aliadas decidieron partir Berlín en cuatro zonas de ocupación (inglesa, francófona, americana y soviética). Las medidas de trabajo de la zona del este (soviética) ocasionaron muchas revueltas y que la gente huyera a la parte oriental, así que de un día por el otro se decidió levantar un muro que dividía las dos zonas y que estuvo en pie durante 28 años (del 61 al 89), separando a muchas familias y amigos. La parte este fue la RDA (República Democrática Alemania), mientras que la oeste era la RFA (República Federal Alemania). Al 1989, después de una serie de revueltas, el pueblo hizo caer el muro y llegó la Reunificación, un periodo que supuso un antes y uno después en la historia de Berlín, abriendo nuevas vías de esperanza y libertad.
Un singular testigo de la segunda guerra mundial es la iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächniskirche, denominada "el diente hueco" que a la segunda guerra mundial fue casi destruida. Para recordar los hechos, quisieron mantenerla con la parte superior tal y como quedó. Ahora es testigo mudo del pasado de la guerra que sufrió.
4. Los parques:
Berlín es de las ciudad europeas que se llevan la palma en cuanto a número y extensión de parques públicos. El Tiergarten es EL PARQUE con mayúsculas; con sus 210 hectáreas es el pulmón de la ciudad, dentro del cual se puede encontrar el zoo. El Mauerpark se ha convertido en el parque que más gente atrae el domingos, ya que se organiza una zona de karaoke donde todo el mundo puede participar, una experiencia muy divertida. Otro parque muy original es el antiguo aeropuerto de Tempelhof , desde el 2008 ya en desuso y en medio de la ciudad, que hoy en día ha sido reconvertido en una zona de picnic y para practicar deportes. Otros parques (y no menos importantes) son: el Friedrichshain, el Viktoriapark, el Botanischer Garten o jardín botánico.
5. Las bicicletas:
Están por todas partes, en las aceras, los parques, los trabajos, las estaciones...¡Parece uno de los símbolos identificativo de los berlineses y nos encanta!. Es el vehículo más utilizado y práctico para muchos, además del más ecológico: ¡Y es que la ciudad tiene 890 Km. de carril bici! Un dato que ya nos gustaría tener en muchas ciudades. Los carriles bici se, te permiten moverte de uno apunta a la otra sin ningún tipo de problema. Es más, la gente está tanto acostumbrada a ir en bici que cada cual sabe perfectamente por donde tiene que ir y deja pasar al otro.
6. Las vistas:
Ya que que la ciudad tiene un montón de parques y arquitectura especial, es una buena idea ver las vistas de la ciudad desde alguno de estos puntos:
Desde la Fersehturm (torre de TV), a 207 metros de altura se pueden ver unas vistas de 360º de toda la ciudad en su mirador. También desde el ascensor Panorama, el más más rápido de Europa, que se encuentra a la Postdamer Platz han buenas vistas del skyline. Algo más lejos, desde arriba de Siegessäule (la torre de la Victoria) donde se puede ver la Fersehturm y unas magníficas vistas al parque Tiergarten.
7. La cultura:
Berlín es una ciudad cultural y cosmopolita, un escaparate en el mundo de las últimas vanguardias artísticas; encontramos el festival de cine internacional, la Berlinale , museos, exposiciones, teatro, ferias y una oferta que es imposible abarcar en su totalidad cuando uno se plantea qué visitar. Una de las exposiciones que han actualmente y que valen mucho la pena es la retrospectiva internacional de David Bowie que se puede encontrar a Martin-Gropius-Bau.
8. La nit berlinesa:
El Berlín que no para mai es troba als seus pubs, els seus clubs, bars...no hi una zona concreta on es surt, tot Berlín esdevé una festa incessant. Un pot començar la nit prenent una cervesa al barri de Kreuzberg (barri turc) i continuar la festa al carrer veient un grup de rock i acabar en un dels molts clubs del modern barri de Prenzlauer Berg. Berlín no tanca portes en tota la nit, així que els berlinesos són de fer molta festa en llocs diversos. No està malament, oi?
9. El ambiente abierto:
En pocas ciudades se respira un ambiente tan abierto y de libertad como Berlín. Los parques y las calles están siempre llenos de gente que canta, baila, toca música. En los locales y las terrazas hay un ambiente distendido que invita a conocer gente que proviene de otras culturas, mundos muy diferentes e interesante con un clima relajado. La libertad de expresión se palpa en su día a día; Berlín es conocida por ser una de las ciudades bandera por la comunidad Gay (aquí todo el mundo muestra su tendencia sexual con libertad y orgullo); se por eso que cada año se celebra la Love Parade, uno de los festivales gays más importantes que atrae a un público multitudinario, siendo referencia en Europa.
10. El currywurst:
El plato por excelencia de Berlín es la salchicha alemana cocida o asada que se sirve cortada con una salsa de quetchup o tomate y curry en polvo. No deja de ser una salchicha, ¡pero si visitas la ciudad tienes que probar una sí o sí!
Estamos seguros que después de leer todos este motivos debes de estar pensando en coger un billete de avión en Berlín. ¡¡¡Nosotros también!!!
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