miércoles, 20 de agosto de 2014

Guía para visitar Estocolmo en tres días


Estocolmo es una de las capitales europeas con más encanto. Lo afirmamos con conocimiento de causa...

A caballo entre el mar Báltico y el Lago Mälaren, Estocolmo es una ciudad tranquila que se entiende por un montón de islas y que está rodeada de agua por todas partes. Es la ciudad de los Premios Nobel, de Abba, de Pipi Calzaslargas, de la trilogía Millenium... pero posiblemente es el contraste de los colores vivos de los edificios de Gamla Stan (la parte antigua de la ciudad) con el azul del mar bajo la luz de última hora de la tarde, la estampa que más nos ha cautivado de la ciudad. ¿Verdad que dan ganas de quedarse durante una temporadita?

Tres días son suficientes para enamorarse de esta ciudad y también para saber que, seguramente, no será la última vez que la visitaremos. A continuación te hacemos una propuesta de ruta para una primera visita, pensada por un fin de semana largo.

Vistas de Gamla Stan desde arriba de la torre del Ayuntamiento


Dia 1: El centro histórico

El primer día por la mañana recomendamos ir temprano a Stadhuset, el Ayuntamiento de Estocolmo. El edificio, de ladrillo rojo, es uno de los símbolos de la ciudad y dentro tiene la sala donde acontece uno de los actos más importantes a nivel mundial: la cena de gala de los Premios Nobel. Se tiene que reservar hora para una visita guiada si queremos entrar en el interior (la frecuencia de visitas varía según la época del año). Durante la visita guiada nos mostrarán los espacios más monumentales del edificio, conoceremos su historia y pisaremos las mismas escaleras por las que bajan los premios Nobel, cosa que siempre hace una cierta ilusión, ¡sobre todo porque podemos emular a los propios afortunados! Una estrella que se encuentra justo en la pared del ante las escaleras, marca el punto hacia donde tienen que mirar para bajar de forma firme y pomposa.


Stadhuset, el Ayuntamiento de Estocolmo
stadhuset
Stadhuset, sala donde cada año se celebra la cena de gala de los Premios Nobel


Por encima la sala de ceremonias se levanta la torre del Ayuntamiento, a la que vale mucho la pena subir para ver -según nuestro parecer- la mejor vista de Gamla Stan (la foto principal del post). Es recomendable reservar hora para subir antes de hacer la visita al Ayuntamiento y así asegurarse la plaza, las visitas son cada media hora y tienen un aforo limitado. Una curiosidad: dentro podemos encontrar los moldes con los que hicieron las estatuas más representativas que encontramos en la ciudad.

Una vez abajo, y antes de dirigirnos hacia Gamla Stan, vale la pena disfrutar de la plaza porticada y los jardines del pie del edificio. Es un lugar agradable donde uno puede disfrutar del sol y las vistas si hace un buen día.


Plaza porticada del Stadhuset

Ya hacia mediodía nos encaminaremos hacia Gamla Stan para ver el cambio de guardia en el Palacio Real (a las 12:15 h, según la estación). Es una ceremonia que se ha convertido en un espectáculo turístico pero que vale mucho la pena ver. Está a la altura de la del Palacio de Buckingham de Londres y cuenta con la participación de la caballería y una orquesta que, si estáis de suerte, tocará alguna melodía del grupo ABBA. Recomendamos llegar temprano para ver el espectáculo en primera fila.


Soldados con caballos delante del Palacio Real


Cambio de guardia en el Palacio Real

La tarde la dedicaremos a recorrer Gamla Stan. Fue aquí donde nació Estocolmo y pasear es ir descubriendo plazas y callejones adoquinados que mantienen la esencia de la ciudad medieval. Los edificios, más próximos en el tiempo, son mayoritariamente del siglo XVIII y parece que compitan entre ellos para ver quién tiene la fachada más atractiva. Vale la pena alejarnos de las calles principales y perdernos por aquellos menos transitados, encontraremos rincones con encanto para disfrutar en solitario.


Calle de Gamla Stan, con la torre de la Catedral
Stortorget, centro neurálgico de Gamla Stan

Stortorget es posiblemente la plaza más pintoresca y el centro neurálgico de la ciudad antigua. Allí tiene la sede la Academia sueca y el Museo de los Nobel. Algo más adelante visitaremos Storkyrkan, la catedral de la ciudad. De su interior nos sorprende la escultura de Sant Jordi y el dragón, una imagen que nos es familiar y que no esperábamos encontrar por estas latitudes. Fecha del siglo XV y, según se cree, esta imagen de madera también contiene reliquias del santo al que representa. Una sorpresa tras otra en Estocolmo...


El Sant Jordi de Storkykan


Dia 2: La isla de Djurgärden

Empezar el día haciendo un crucero por mar Báltico si hace un buen día es una muy buena opción. Para eso se tiene que ir a la parada de tranvía Kungträgarden y reservar el Royal Canal Tour (a ser posible ir temprano, sobre todo en fin de semana). Dura cerca de una hora y da la vuelta a la isla de Djurgärden; durante el trayecto tendremos la oportunidad de ver una perspectiva completamente diferente de la ciudad. Desde el agua, y mientras nos vamos alejando del casco antiguo, el asfalto y la piedra se irá sustituyendo por el verde de los parques y las casas de madera. Naturaleza en estado puro muy cerca del centro de la ciudad.


Vistas de Gamla Stan desde el barco
Paisaje típico de Djurgärden

Después de ver Djudgarden desde el agua es hora de descubrirla a pie. Esta isla por sí sola ya tiene suficientes atractivos como para dedicarle el resto del día. Llegaremos con el tranvía núm. 7. en la actualidad es una antigua reserva de caza real. Djurgarden es una área de recreo magnífica y concentra algunos de los mejores museos de Suecia.

Empezaremos por el Vasamuseet, el museo que aloja el único barco del s. XVII que ha sobrevivido hasta hoy. Con más del 98 % de su estructura original y sus centenares de esculturas cortadas, el Vasa es un tesoro artístico con una curiosa historia. Fue el más grande de su época y habría sido el barco de guerra más temido de su tiempo si no hubiera sido porque sólo llegó a navegar unos centenares de metros... Sí, tal cual lees: el día de su pomposo viaje inaugural y no muy lejos del puerto, el barco empezó a hundirse ante miles asistentes incrédulos que no podían creer lo que estaban viendo. El exceso del peso de los cañones y un mal cálculo del centro de gravedad de la nave, hicieron del Vasa una de las pifias más sonadas de la historia naval mundial. El Vasa fue reflotado en el 1961 y en el 1990 fue trasladado a su emplazamiento actual.


El Vasa

Después de conocer la historia tragicómica del Vasa dedicaremos lo que nos resta de la mañana y toda la tarde a descubrir tres museos que son tan o más peculiares que el Vasamuseet. Si naciste en los años 70 te encantará el Junibacken, el museo dedicado al Astrid Lindgren y sus personajes, entre los que seguro que recordaréis a la "Pipi Calzaslargas". Si eres algo más grande o eres fan remember de la música pop lo tuyo es el Abba Museum, dedicado en exclusiva al grupo sueco más universal. Después recomendamos dedicar un mínimo de 3 horas en el museo al aire libre más grande del mundo que, curiosamente, también está en Estocolmo. En Skansen encontraremos casas típicas de toda Suecia que han sido transportadas aquí pieza en pieza, recreaciones de calles y pequeños pueblos con gente vestida de época. También encontraremos un zoo con los animales salvajes propios del país.

Iglesia de madera en Skansen

De vuelta de Skansen podemos recuperar fuerzas y tomar algo en una de las terrazas de la plaza de Kungstradgarden, una de las más animadas de la ciudad y punto de encuentro de la gente local. Ideal para acabar el día.



Kungstradgarden

Dia 3: Arquitectura moderna

El diseño y la arquitectura sostenible son también enseñas de la identidad sueca. Si prestamos un poco de atención, ya habremos visto unos cuantos ejemplos los días anteriores, pero durante el último día proponemos que este sea el elemento conector de los lugares a visitar.

Si todavía no has cogido el metro ya es hora de hacerlo, en concreto y especialmente el que circula por la línea azul. Las paradas están decoradas con motivos diversos y pintadas con colores vivos directamente sobre la roca. Vale la pena dedicar tiempo e ir parando a las principales paradas quedándonos unos minutos disfrutando del arte subterráneo, de hecho el metro de Estocolmo está considerado el museo más largo del mundo. Si no dispones de mucho tiempo recomendamos especialement Solna Centrum, Kugsträdgarden y T-Centralen.

Parada del metro de Estocolmo

Si bajamos a la parada T-Centralen cuando salimos nos encontraremos a la Sergels Torg. Este es el centro neurálgico de la ciudad moderna y también un lugar de mucho movimiento, gente de todo tipo y condición se mezclan entre los grandes triángulos blancos y negros que caracterizan esta plaza. El Kulturhuset, un centro multicultural diseñado por Peter Celsing. Allí mismo también está Hötorgshusen, cinco rascacielos alineados de los años sesenta planificados por Sven Markelius. A poco menos de 10 minutos andando en dirección a la Estación Central de tren llegaremos al Stockholm Waterfront Congress Centro, un edificio espectacular inaugurado recientemente.

La Kulturhouse (casa de la cultura) y la Sergels Torg (plaza)


A 15 minutos andando desde la Sergels Torg visitaremos la Biblioteca Pública de Estocolmo. Este es uno de los proyectos más populares de Asplund, posiblement el arquitecto sueco más famoso. Pasear tanto por su interior como por el parque donde se encuentra emplazada -diseñado también por Asplund- es una auténtica delicia.


Biblioteca Pública de Estocolmo

Por la tarde podemos ir a la Ericsson Globe, que con 130 metros de altura es el edificio esférico más grande del mundo y el Tele2 Arena, un estadio de fútbol de diseño futurista inaugurado hace sólo un año (parada de metro Globen, línea verde). Al Ericsson Globe podremos disfrutar del Sky View y subir en su ascensor hasta arriba del globo. Desde arriba podremos ver unas buenas vistas de la ciudad -a pesar de que las que se ven desde la torre del Ayuntamiento son mucho más bonitas-, una forma original y diferente de despedirnos de Estocolmo.

Sky view
Vista de lejos del Sky view


stockholm
L'Sky View

Con sólo tres días no tuvimos tiempos de más, pero si hubiéramos dispuesto de más días seguramente habríamos visitado Skogskyrkogarden, un cementerio declarado Patrimonio de la Humanidad proyectado por Asplund y Lewerentz que evoca la filosofía nórdica a la natura, la vida y la muerte. También hubiéramos aprovechado para visitar alguna de las islas de los alrededores de la ciudad donde cuando llega el buen tiempo, donde la gente de Estocolmo se escapa a pasar el fin de semana. Posiblemente también nos hubiéramos llegado hasta el Palacio de Drottningholm, también declarado Patrimonio de la Humanidad y residencia de la familia real... En definitiva, ¡ya estamos acumulando motivos para volver a esta magnífica ciudad!

Información útil

Cómo llegar:

Varias compañías lowcost tienen vuelos directos desde Barcelona en Estocolmo. El vuelo tiene una duración de unas 3,5 h y, si se compra con tiempo, se pueden conseguir ofertas y comprar el billete muy bien de precio (95 € ida/vuelta en nuestro caso).

Estocolmo tiene tres aeropuertos: Bromma, Skavsta y Arlanda. Nosotros llegamos por este último, a 45 km de la ciudad. Para el trayecto desde el aeropuerto Arlanda en Estocolmo la opción más económica y recomendable es el bus Flygbussarna (unos 50 minutos) por 210 SEK ida/retorno (23 €). La otra opción y la manera más rápida para ir a la ciudad es coger el tren Arlanda express (25 minutos) por 490 SEK ida/retorno (53 €). Las dos opciones te dejan en la estación central, en el mismo centro de la ciudad.

Dónde alojarse:

Nosotros encontramos una oferta en el Vanadios Hotel por 395 SEK/noche (43€) la habitación doble con baño compartido, deasyuno y wifi incluído. La habitación era básica, muy pequeña y sin ventana, pero por este precio en Estocolmo difícilmente se puede encontrar nada mejor. Más que un hotel, tiene un ambiente de hostel: cuando estuvimos, la mayoría de viajeros que se alojaban eran jóvenes nórdicos. Otro punto a favor por su precio es su ubicación: a 5 minutos de la Biblioteca Pública y de la parada de metro, a tres estaciones de Gamla Stan o bien 40 minutos andando.

Dónde comer:

Para comer, a mediodía puedes encontrar menús por 12 €. Por la noche el precio de los restaurantes ya sube más, pero siempre tienes la alternativa de las cadenas de restaurantes de comida rápida. Otra buena opción son los restaurantes de la cadena Vapiano, una cadena alemana de comida italiana que ya hemos visto en otros países y que está muy bien calidad/precio (unos 15 € por persona). Hay uno justo al lado de la estación central y otro justo delante la parada de metro de Gamla Stan.

De viajero a viajero:

Antes de ir teníamos la idea que Estocolmo era una ciudad cara, pero una vez allí hemos comprobado que, a pesar de ser una ciudad nórdica, está al nivel del resto de grandes capitales europeas. Una grata sorpresa que ha agradecido nuestro bolsillo.

Recuerda que en Suecia no hay euro, la moneda es la corona sueca. Aún así no hace falta que cambies mucho moneda sueca, se acostumbra a pagar con tarjeta en todas partes a pesar de que la cantidad sea pequeña. Si vas pagando con tarjeta, te ahorrarás las comisiones del cambio.

Puedes encontrar más información sobre Estocolmo y de Suecia en las páginas oficial de turismo: Visit Stockholm (en inglés) y Visit Sweden (también en español).

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