martes, 11 de noviembre de 2014

Entrevistas viajeras: Marta y Adrià



Una de las cosas que más unen a la gente son los intereses, los hobbies, unos mismos gustos... En cuanto a los viajes, cuando no estamos fuera, personalmente tenemos también un tipo de adicción por leer lo que hacen otros viajeros y para quedar con ellos que no nos la puede quitar nadie...! Es un tipo de obsesión que se ha convertido en una rutina a la que ya estamos habituados. Es por esta razón que un día cualquiera conocimos a Marta y Adrià en un encuentro improvisado de gente con los mismos intereses y curiosidad por los viajes de otros. Fue así como se inició nuestra relación: con una cerveza en la mano y charlando de los proyectos comunes, de uno u otro destino... Aquellas conversaciones que se tienen que dejar en un punto y seguido y un "Tenemos que quedar más adelante" para continuarla. Ellos estaban a punto de iniciar un largo viaje por el sudeste asiático y en aquel momento nosotros ya habíamos vuelto de nuestra vuelta al mundo, así que te puedes imaginar la envidia sana que nos daban...

Marta y Adrià son una pareja de "viajeadictos" que han estado recorriendo durante un año y medio el sudeste asiático y Oceanía, pasando por países tan diferentes como Tailandia, Camboya, Myanmar, Nueva Zelanda, Australia, Fiji... Explican sus experiencias en sus blogs Suc de Coco y Crónicas de un camaleón, donde también les gusta hablar sobre la fauna y el paisaje de cada lugar que visitan. ¡Los dos han vivido una experiencia irrepetible y tienen muchas cosas para explicar que a continuación conoceremos!





Perfil viajero



¿Cuántos países habéis visitado? Adrià: 30. Marta: 21
    ¿Peso habitual de vuestra mochilla? A: 16 Kg, M:13 Kg.


    ¿El último viaje? Un año y medio recorriendo el sudeste asiático y Oceanía.
      ¿La próxima destinación? Acabamos de volver, todavía no lo sabemos, pero tenemos muchos destinos en mente.
      ¿El destino favorito? A: Australia. M: Himalaya
        ¿Un rincón especial cerca de casa? A: el valle de Núria. M: el delta del Ebro.
          ¿Un destino pendiente? A: Japón. M: Argentina.

            ¿Si pudiéseis hacer un viaje en el tiempo, dónde iríais? A: A Cataluña durante la Edad Media. M: A la Grecia Clásica.
              ¿Música para escuchar mientras viajáis? A: Bob Marley. M: Macaco.
                ¿Una película que os haga viajar?"Siete años en el Tibet".




                La entrevista


                ¿Cómo empezó vuestra pasión viajera?

                A: A raíz de mi primer viaje en Costa Rica. Me fascinó la facilidad con la que se podía disfrutar de la fauna y flora autóctonas. Siempre he sido uno apasionado de la naturaleza y viajar me permite disfrutar de la observación de especies y hábitats que no tenemos en casa. Normalmente cuando me planteo un viaje suelo buscar destinos ricos en Parques Naturales y zonas protegidas.

                M: enamorarme de un viajero y estar siempre abierta a vivir nuevas experiencias. Una vez empecé a viajar descubrí que me entusiasmaba descubrir nuevos paisajes, así como nuevos olores y sabores.




                ¿Cuál es el viaje/destino que os marcado más como viajeros?

                A: Madagascar, en concreto un recorrido que hice durante cinco días en canoa por un río remoto rodeado de tribus. Fue una experiencia muy auténtica.

                M: una caminata de once días por Nepal. Andar por el Himalaya, el techo del mundo, inmersa en la cultura nepalí-tibetana. Un viaje físico y espiritual en el que el esfuerzo se veía recompensado por un entorno impresionante y majestuoso. La mejor experiencia de mi vida.





                ¿Cuál es el destino que más os ha sorprendido y porqué?

                Australia es uno de los países que más nos ha sorprendido por la accesibilidad a escenarios naturales muy diferentes y remotos. Recorrer una parte de este enorme y fascinante país con furgoneta fue una aventura fantástica. Nos captó la atención con qué facilidad se puede sentir la libertad de disfrutar de una gran diversidad de paisajes, descubrir fauna autóctona extraordinaria y acampar en medio de parajes increíbles.


                ¿Una anécdota divertida?

                Cuando estuvimos en Filipinas fuimos a una pequeña isla a hacer esnorquel con tortugas (Apo Island). Hacía un rato que estábamos al agua observándolas cuando, de repente, dos rémoras que las acompañaban y que debían medir unos cincuenta centímetros de largo vinieron directas hacia nosotros. Se nos pusieron justo debajo la barriga como si también fuéramos tortugas y no nos las pudimos sacar de encima hasta que salimos del agua.




                ¿Y una anécdota no tan divertida?

                En Filipinas, vivir un terremoto de 7’2 de la escalera de Richter, en el que murieron más de doscientas personas, y sufrir por la posibilidad que se generara un tsunami. Al cabo de diez días, estando todavía en el mismo país, pasó el tifón Yolanda que se cobró la vida de miles de personas. Tuvimos mucha suerte, porque en las dos ocasiones nos encontrábamos muy cerca de las zonas afectadas.


                ¿Qué es lo más importante que habéis aprendido viajando?

                Por un lado, la importancia de preservar el medio, desgraciadamente quedan pocos lugares intactos en el planeta, si no tenemos cuidado habremos perdido nuestro patrimonio más valioso. Por otro lado, la capacidad de adaptación que tenemos las personas. Al viajar te das cuenta de cuántas cosas materiales puedes prescindir. Satisface más llenar la mochila de recuerdos y vivencias que de cosas.




                ¿Porqué recomendariáis a otras personas viajar?

                Porque vivir nuevas experiencias enriquece y alimenta el espíritu. Viajar es encontrarte rodeado de paisajes diferentes, descubrir nuevos olores y sabores, adaptarte a nuevos medios, entender que hay muchas maneras de vivir la vida pero que, en el fondo, todas y todos nos asemejamos mucho. Viajar es una muy buena manera de abrir tu mente.




                Un consejo práctico para futuros viajeros.

                Se puede viajar con muy poco dinero. Hay muchas maneras de viajar y muchos destinos que se pueden ajustar según el bolsillo de cada cual. Si uno tiene ganas, el factor económico no tendría que frenar las ganas de descubrir mundo.


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