miércoles, 8 de febrero de 2017

Viajar a Cuba por libre con un bebé: guía de consejos prácticos


A los cubanos les encantan los niños y Cuba es un país al que se puede ir perfectamente con un bebé. Si estás pensando en viajar al país caribeño con tu pequeño o pequeña, esta guía te será de gran utilidad. Todos los consejos te los damos a partir de nuestra experiencia.



Datos básicos de nuestro viaje

Ruta: La Habana - Cienfuegos - Santa Clara - Trinidad - Camagüey - Santiago - La Habana
Duración: 16 días
Edad de Ivet: 13 meses
Presupuesto total (2 adultos + 1 bebé): 910 € de gastos en el país + 1180 € en vuelos

Antes de salir


Mejor época para viajar a Cuba:

Nosotros viajamos entre finales de agosto y comienzos de septiembre, pero tenemos que decir que no es el mejor momento. Si puedes organizarte, evita los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. Los dos primeros son los más calurosos del año y en Cuba hay mucha humedad: las temperaturas llegan de forma habitual a los 35° y las mínimas por la noche no bajan de los 25°, hay mucha humedad y la sensación es de mucho bochorno. En septiembre y octubre es la época de tifones y a pesar de que no sean devastadores cada año, no es cuestión de tentar a la suerte.


Documentación:

Padres y bebé necesitan pasaporte y visado para entrar en Cuba. Para hacer el visado es necesario disponer de los billetes de vuelo de entrada y salida del país y de un seguro médico. El visado cuesta 22 € por persona y lo hacen en el momento, en nuestro caso lo gestionamos en la agencia Online Tours de Barcelona, justo enfrente del mismo Consulado de Cuba. 

Diferencia horaria:

6 horas menos respecto a España. Esto implica que seguramente tu bebé -y también los padres- durante los primeros días se despierte de madrugada y que la hora de siesta en Cuba coincida con la hora de ir a dormir en España. Nosotros antes de hacer un viaje como este adaptamos a Ivet un par de horas del jetlag desde España para intentar no alterar radicalmente su rutina. En este caso, durante la semana anterior al viaje pusimos a Ivet a dormir cada vez un poco más tarde, pasando de las 21h habituales a las 23h, equivalentes a las 17h de Cuba). Hay que ir alerta con la hora de la siesta del bebé: para una adaptación más rápida intenta evitar que el bebé haga una siesta muy larga, los primeros días su organismo la puede confundir con la noche.


Alojamiento


Casas particulares:

Las casas particulares son en nuestra opinión la mejor opción para alojarse en Cuba, y con más razón si viajas con un bebé. Te permiten un mayor contacto con la gente local -hecho que te permitirá conocer mejor el país-, tienes un trato más personalizado y son la opción más económica: el precio de la habitación oscila entre los 15 y 30 CUC (un tercio de lo que te costaría la habitación de un hotel). Todas tienen baño privado, agua caliente y aire acondicionado. A veces también hay nevera y televisor.

En las casas lo más habitual es que cualquier habitación valga el mismo precio, independientemente del número de camas y de gente que se aloje. Difícilmente habrá la posibilidad de disponer de cuna así que, si viajas con un bebé, lo más cómodo es pedir una habitación triple. Nosotros siempre lo hemos hecho así, juntando la cama de matrimonio y la cama individual para evitar posibles caídas de nuestro/a pequeño/a.



Hoteles:

La alternativa a las casas son los hoteles de toda la vida. En Cuba estos acostumbran a tener unas instalaciones envejecidas y la equivalencia de categoría estaría por debajo de los parámetros a los que estamos acostumbrados (un 4 o 5 * equivaldría a un 3 * europeo a excepción de los de gran lujo). Por el contrario, los precios sí que son totalmente europeos. En las zonas de playa y cayos se estila el régimen "todo incluido". La ventaja de los hoteles es que allí sí que podrás pedir cuna, pero repetimos que nosotros nos hemos hecho muy fans de las casas particulares.


Transporte


En la actualidad es mucho más fácil desplazarse por Cuba con transporte público. Cuando estuvimos por primera vez hace 10 años prácticamente era misión imposible.

Alquiler de coche:

La opción del alquiler de coche es la más cómoda pero también más cara. Calcula unos 60 o 70 CUC al día más gasolina (1 CUC/litro). Las carreteras principales son aceptables, a pesar de que su estado es peor que en España. En Cuba la sillita de coche no es obligatoria, a pesar de que no debería haber problemas para alquilarla en la agencia.


Autobús:

La opción autobús es la que más utilizamos nosotros y, en nuestra opinión, la más recomendable para hacer ruta con un bebé. Via azul es una compañía dirigida básicamente al turista que conecta con una frecuencia aceptable los diferentes puntos de interés de la isla. A diferencia de los buses locales, son bastante más puntuales y confortables. Se pueden comprar los billetes por internet (en este enlace puedes ver precios y duración de los trayectos) o bien en la misma estación (vale la pena comprarlos por avanzado sobre todo en temporada alta y en las rutas más transitadas). Los niños no pagan billete hasta los 5 años y, a pesar de que no tienen derecho a asiento, excepto en el trayecto a Trinidad,nosotros siempre pudimos disfrutar de un asiento extra para Ivet (hecho que facilitó que pudiera dormir del tirón en los trayectos más largos).

A la hora de planificar ruta con Vía Azul fíjate que ofrece mejores horarios en sentido oeste-este (de La Habana a Santiago) que a la inversa. Intenta planificar la ruta de forma que la duración de los trayectos sean asumibles para todos: que no se acabe convirtiendo en un calvario ni para vosotros ni para el resto de viajeros. Alerta con el aire acondicionado, a veces lo ponen fuerte: es recomendable llevar manga larga para el bebé (el mismo pareo de la playa te puede servir también de pequeña mantita).

Taxis colectivos:

Después del bua Vía Azul estaría la opción de los taxis colectivos. Con un precio ligeramente superior pero con la ventaja de llevarte de puerta a puerta si lo contratas mediante una agencia (también los puedes encontrar en los alrededores de las estaciones de autobuses). Por la comodidad de los asientos del Vía Azul, nosotros sólo los utilitzaríamos en caso de no encontrar billete para el primero.

Tren:

El tren lo descartaríamos por completo, ya que según nos han dicho es impuntual, viejo e incómodo (para los mismos cubanos, esta es su última opción).

Avión:

El avión solo es útil para los trayectos largos con origen o destino en La Habana (para volar entre otras ciudades siempre habrá que hacer escala en la capital), además es caro (135 € el trayecto Santiago-Habana). Los bebés hasta 2 años no pagan billete.

Desplazamientos urbanos:

En los trayectos urbanos las opciones son variadas: taxi, moto-taxi, bici-taxi y coche de caballos. Son todos válidos para viajar con un bebé (de hecho así se mueven las familias cubanas). De taxis hay de estatales (de color amarillo) y de privados. De estos últimos existen los típicos coches americanos de los años 40 y 50, ¡pocas ocasiones tendréis de subir en un coche de época en otros países! Por otro lado, si el bebé tiene ya más de un año, se lo pasará a las mil maravillas en el coche de caballos.




Transporte del bebé: ¿cochecito o porta-bebés?


En todas las ciudades de Cuba donde hemos estado, excepto en Trinidad, hemos utilizado el cochecito. Allí, donde todas las calles son adoquinados, y puntualmente en alguna excursión corta a la playa o la montaña hemos utilizado el porta-bebés.


Cuba no es un país adaptado a las sillas de ruedas y cochecitos: la mayoría de edificios presentan barreras arquitectónicas y únicamente los hoteles de más categoría y algún museo tienen ascensores. No son pocas las veces que se necesitan las cuatro manos de los padres para subir o bajar el cochecito, incluso para bajar de la acera al asfalto de la calle.

De todas formas, priorizamos el cochecito por encima del porta-bebés, no solo por la comodidad de no cargar con el bebé encima, sino también por el calor: el contacto entre el padre/madre y la criatura genera todavía más sudor para ambos y puede resultar bastante incómodo.

Comunicación con la familia

Desde hace poco más de un año el gobierno cubano ha empezado a instalar puntos wifi de acceso público. Así que, si tu familia quiere tener noticias de tu peque, no tienes excusa: ya no cuela decir que en Cuba está muy caro hacer una llamada o que no hay Internet.

Cada ciudad tiene sus puntos de conexión y normalmente siempre encontrarás cerca, en alguna plaza o calle principal. En esta web encontrarás un listado actualizado de todos los lugares del país donde es posible conectarte, aunque estos puntos no pasan desapercibidos: el montón de gente que hay mirando su móvil, los delatan. Para conectarte necesitas una tarjeta con un código de usuario y contraseña que puedes comprar en las tiendas de telefonía Etecsa: en el momento en que nosotros viajamos tenían un precio de 1 CUC por media hora de conexión y 2 CUC por las tarjetas de una hora. También es habitual encontrar algún avispado que en los puntos de conexión revenden tarjetas a un precio superior pero ahorrándote la cola de la tienda. La rapidez de conexión es aceptable y te podrás conectar, enviar mensajes de whatsapp y colgar fotos a las redes sociales sin problema. Otro tema son las llamadas, ya sea vía whats o skype, aquí la cosa se complica. Únicamente si no hay mucha gente conectada a la vez tendrás éxito.



Alimentación


Si tu bebé es menor de seis meses y solo toma leche materna, no tienes ningún problema. El alimento ya va incorporado en la mamá y el bebé puede comer cuando quiera.

Si ya has comenzado con los triturados, decirte que en los supermercados de Cuba solo hemos visto triturados preparados de frutas y a un precio superior al que las compramos habitualmente en Barcelona. Nosotros íbamos previstos con unas papillas de fruta y otras de verduras o arroz con pescado o carne. También llevábamos leche en polvo y cereales para hacerle paillas. Estas nos han ido muy bien para mantener los horarios de la rutina de Ivet en caso de encontrarnos en algún trayecto de autobús, fuera de los alojamientos o para complementarle la dieta. De todas formas, creemos que no es necesario llevar la comida para todo el viaje: en las casas te cocinarán sin problema y te pueden calentar agua.

Si tu bebé ya mastica e ingiere más sólido, con la comida cubana no tendrás problemas: no es picante ni cocinan con muchas especias. Únicamente tienes que ir alerta con las condiciones sanitarias del lugar donde comes: la comida de la calle no siempre presenta las más deseables.



Todas las casas te ofrecen la posibilidad de desayunar (entre 3 y 5 CUC/pax) y muchas también de cenar (entre 5 y 8 CUC/pax). A pesar de que sea más caro que comer fuera de la casa, es una opción cómoda y segura de comer. Las comidas son abundantes, de hecho las veces que cenamos en la casa con un plato para los dos teníamos bastante. Los desayunos llevan fruta fresca, zumo, tortilla o huevo frito, pan, mantequilla, café, leche (en polvo) y alternativamente mantequilla, queso o jamón cocido. Ivet ha desyunado sin problemas lo mismo que comíamos nosotros y ha disfrutado también de las cenas.

El agua hay que consumirla embotellada, sobre todo el bebé (los cubanos no la toman directamente del grifo, previamente la hierven). Una botella de 1,5 l de agua vale en el supermercado 0,70 CUC y hasta 2 CUC en los bares y otras tiendas.




Higiene


Pañales:

Si le preguntas a un cubano sobre sí es fácil encontrar pañales, la respuesta más habitual es "a veces". No siempre se encuentran, y cuando hay, las familias aprovechan para proveerse (hecho que implica que dejen vacía la tienda de turno). Vimos algunos en La Habana y en Santiago pero no durante el resto del viaje. Nuestro consejo: si tu viaje no es muy largo, calcula cuántos pañales necesitarás durante el viaje y llevalos desde casa (sí, lo sabemos: eso implica llevar media mochila llena de pañales, pero así te podrás despreocupar del tema). En ningún lugar del país encontramos lavabos con canviadores.


Baño del bebé:

Las habitaciones de las casas que ofrecen alojamiento disponen de baño privado con agua caliente (en todas partes los hemos encontrado limpios y en perfectas condiciones). Si tu bebé es muy pequeño puedes pedir una palangana para su baño, sino también lo puedes bañar contigo sin problemas.


Salud


Vacunas:

No hay ninguna vacuna obligatoria para viajar en Cuba, a pesar de que eso puede variar y te aconsejamos que antes de tu viaje consultes con tu centro de vacunación internacional.

Seguro de viaje:

Cómo te hemos comentado al principio, para hacerte el visado y entrar al país es obligatorio disponer de un seguro médico de viaje. Este hecho te permite viajar con tranquilidad y estar preparado en caso de que tu bebé se ponga enfermo. Nosotros aconsejamos siempre contratarla con Iati Seguros, que dispone además de un seguro específico por las familias. Si la contratas a través nuestro enlace, obtendrás un 5% de descuento.

Neceser:

En el neceser de tu bebé no puede faltar el protector solar y el repelente de mosquitos, ambos específicos para bebés (eventualmente se dan casos de dengue y éste se transmite mediante la picadura de mosquito).

El protector solar (factor 50) y un par de sombreros protegerán a tu pequeño del sol. Si viajas durante los meses más cálidos, piensa en darle de beber a menudo para que no tenga problemas por falta de hidratación.



Y después de todos estos consejos, ¡ya puedes empezar a preparar el viaje! ¡¡¡A disfrutar de Cuba!!!

*Nota: cambio de moneda en agosto del 2016- 1€=1,05 CUC


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