Medellín, situada a 1500 m de altitud es la capital de la región de Antioquía. Ahora, después de una historia de todos (mal)conocida, renace. Hoy es un centro financiero, industrial y comercial de primer orden y una de las ciudades más prósperas del país.
El tópico describe Medellín como la ciudad de la eterna primavera. Más que nunca, a día de hoy podríamos añadir que sus habitantes son conocidos por su espíritu emprendedor y llenan las calles con alegría, entusiasmo, optimismo, esperanza, bullicio, caos... La ciudad entera es como un calidoscopio gigante donde el viajero encuentra la ocasión de perderse y de reencontrarse. No hay una manera definida de conocer la ciudad, y aunque hay que conocer los atractivos turísticos, nada mejor que disponer del tiempo suficiente para pasear sin rumbo fijo.
Un idioma compartido, una mirada curiosa y un espíritu abierto a dejarse sorprender, nos ayudan a descubrir el latido real de una ciudad en constante transformación. Uno de los proyectos que ha tenido un impacto más fuerte en la ciudad ha sido la creación de un nuevo sistema de transporte público: con el metro y el Metrocable se está transformando de manera radical no sólo la ciudad, sino la vida de sus habitantes. Subir al Metrocable es vertiginoso tanto por la altura como por ver la vida de barrio que se desarrolla a tus pies.
Para entender la historia reciente de la ciudad es imprescindible el contacto con sus ciudadanos y entablar conversación. Su amabilidad y el lenguaje suave nos invitamos a hablar, hablar de todo. Economía, política, literatura, gastronomía, moda... Sólo así podemos entender la confianza que los inspira para resistir y la capacidad que tienen para tirar adelante.
De la mano de Joelle, profesora de la Universidad de Antioquía, y de Carlos y Julio César, estudiante de Filosofía, tenemos la oportunidad de conocer más de cerca la Universidad pública. Desde el campus nos muestran y nos relatan cómo la comunidad universitaria, en alerta y en lucha permanente, no renuncia al sueño de un país más justo, más libre.
La enorme vitalidad cultural de la ciudad es presente tanto a los centros cívicos y culturales de los barrios como en los grandes equipamientos culturales que adornan con numerosos banderines las calles de la ciudad. El acontecimiento más destacado de aquellos días ha sido la Feria del Libro y de la Cultura, organizado en el Parque Botánico. La feria ofrece una gran diversidad de oportunidades para los autores, las editoriales, libreros, las bibliotecas, los lectores... Es difícil de imaginar un escenario mejor. Las pequeñas carpas blancas se extienden en medio de un bosque tropical, se pierde de vista su magnitud. Hay actividades tan agradables como escuchar un cuento, estirada, la cabeza apoyada en una almohada...mientras todo tipo de bichos pasean a nuestro lado.
De aquí a tres setmanes volveremos a Medellín. Los días que nos queden los aprovecharemos para conocer un poco más los atractivos turísticos de la región de Antioquía.
En dirección al oeste llegamos arribem a Peñol, y Guatapé, un pueblo pintoresco al lado de un lago, una explosión de color que nos ha acompañado durante do el viaje antes de volver a Medellín.
¡Medellín es un pozo de talento y creatividad, y punto de encuentro entre gente escepcional!
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Aina tiene 15 años y este verano pasado ha cruzado el Atlántico por primera vez para hacer un viaje con la familia durante un mes. La experiencia de conocer nuevas realidades le ha gustado tanto que espera volver a viajar muchas veces a lugares igual o tan interesantes. Es nuestra invitada del mes de diciembre y temporalmente le hemos cedido el blog para que nos explique su viaje a Colombia. -- Enric y Celia