jueves, 20 de septiembre de 2018

Qué ver un fin de semana en Turín


Algo atractivo tiene Italia que hace que cada ciudad que visitamos nos guste todavía más que la anterior. Esta ciudad del norte de Italia, situada entre los Alpes y el río Po, nos cautivó desde el primer momento. Su monumental arquitectura, su arte -que impregna cada rincón de cada plaza-, su gastronomía exquisita, el buen tiempo y mejor ambiente y su gente acogedora nos ha enamorado de nuevo. ¡“Bella Italia”!.


En un fin de semana largo aprovechamos para conocer una de las ciudades de nuestra querida Italia y reencontrarnos con viejos amigos, como Massimo, al que conocimos a nuestra vuelta al mundo a bordo de un barco por Chile.

 Massimo, el segundo empezando por la derecha

Un poco de historia

La ciudad de Turín, a pesar de que actualmente no es una de las ciudades italianas tan conocidas, antiguamente fue una de las más importantes de Italia. En el siglo XV fue la capital del Reino de Saboya y del Reino de Sardegna-Piamonte del 1720 al 1861, año en que fue la capital de la llamada Italia Unida (1861-1946). No es de extrañar que aglutine muchos de los edificios y plazas más monumentales y emblemáticas que se conocen del país, como palacios, iglesias, museos y una numerosa muestra de arte escultórico al aire libre que seguro que hará las delicias de los amantes de la historia del arte.

En este sentido, uno de los puntos fuertes que creemos que tiene Turín es que al no ser una ciudad tan conocida turísticamente como lo es Roma o Florencia, es más tranquila y agradable para visitar, sin tantas multitudes ni colas para entrar a edificios o museos. Otro valor añadido: es una ciudad donde sus atractivos principales se concentran en el casco antiguo (o centro) y se pueden ver haciendo un agradable paseo, ya que que está preparada para visitarla andando: hay grandes paseos sin tránsito, zonas porticadas, grandes y pequeñas plazas donde poder parar a tomar un bocado o un vermut.

Qué ver en Turín

Como hemos comentado anteriormente, Turín tiene infinidad de puntos atractivos: miradores, plazas, palacios, museos, restaurantes, etc…A continuación explicamos qué ver en un fin de semana en Turín:

Monte dei Cappuccini

Uno de los mejores miradores de la ciudad se encuentra en el Monte dei Cappuccini. Desde arriba te puedes hacer una idea de lo grande que es Turín y podrás divisar las cúpulas de sus iglesias (que no son pocas), destacando la archiconocida Mole Antoneliana con el fondo montañoso de los Alpes italianos. Una excursión que recomendamos hacer antes de ver los monumentos y plazas de la ciudad. Por el camino de bajada del Monte dei Cappuccini encontrarás la Iglesia de la Gran Madre di Dio y delante de esta la Piazza Vittorio Venneto.


Piazza Vittorio Venneto y Via Po

Llamada más comúnmente por los turineses “Piazza Vittorio”, es uno de los enclaves más concurridos y lugar de reunión de muchos locales los fines de semana. La zona está repleta de restaurantes y bares siempre llenos donde puedes tomar un aperitivo. Al final de la Piazza Vittorio comienza la calle más importante de la ciudad: la Via Po. Su fama se debe a que une las dos plazas más importantes de la ciudad: la Piazza Vittorio y la gran Piazza Castello.


Piazza Castello

Situada en el centro histórico de la ciudad, se encuentra la Piazza Castello, la plaza principal de Turín. Sus edificios recios y monumentales dan fe de su importancia: está rodeada de grandes palacios que en su día fueron de los más importantes de la región. En esta plaza se encuentran el Palazzo Madama y el Palazzo Real.


Palazzo Real: este edificio Patrimonio de la Humanidad por la Unesco fue la residencia de la Casa de Saboya en Turín. El museo se divide en diferentes zonas: Palazzo Reale, armeria reale, museo di Antichita, Galleria Sauda, etc. La entrada a todos estos lugares cuesta 12€, pero los Jardines Reales son gratuitos.


Palazzo Madama: Se trata de un palacio de arquitectura original medieval, aunque a lo largo del tiempo ha tenido diversas restructuraciones y tiene una zona de claro estilo barroco. En su interior se encuentra el Museo Cívico de Arte Antiguo. Al igual que el Palazzo Reale, la entrada cuesta 12€.


Mole Antoneliana

Es el icono y edificio más conocido de Turín. El que siempre aparece en las postales y suvenires de Turín y como curiosidad, también aparece su imagen en la moneda de 2 céntimos de Euro de Italia. Si te gusta el cine, este lugar te va a emocionar. Su interior alberga el Museo Nazionale del Cinema, el más importante de Italia. El museo es amplio, con zonas muy diferenciadas en las que se pueden ver carteles de películas y reproducciones de escenas de cine.

La entrada a la Mole Antoneliana cuesta 10€ y si quieres subir a su mirador puedes hacerlo si pagas 7€ más. Dicen que sus vistas valen mucho la pena, aunque nosotros en esta ocasión no lo comprobamos por falta de tiempo y haber una cola considerable. Te recomendamos que vayas a primera hora del día para evitar largas colas.


Piazza San Carlo

Una de las preciosas plazas de Turín es la Piazza San Carlo, donde se encuentra el Caffè Torino, uno de los cafés míticos de la ciudad y lugar muy concurrido por los locales desde que se inauguró en el año 1903. Como curiosidad, esta plaza tiene dos iglesias gemelas exactas, una arquitectura muy característica en algunas ciudades italianas. En este emplazamiento se celebran muchos conciertos y festivales, como el Festival de Jazz de Turín, con el que coincidimos en nuestro viaje y tanto nos gustó.


Mercado Porta Palazzo

Italia es un país en el que imperan los mercados al aire libre y el mercado de Porta Palazzo es uno de los más grandes e interesantes para visitar en Turín. Si vas un sábado encontrarás paradas de frutas, verduras y productos frescos y si lo visitas en domingo estará repleto de antigüedades, ropa y objetos de lo más curioso, un poco al estilo del mercado de Els Encants Vells de Barcelona.


El Santo Sudario de Turín

También conocido como la Síndone de Turín o el Santo Sudario, es una sábana de lino donde supuestamente (no está comprobado científicamente) aparecen marcas de una imagen humana sufridas en una crucifixión. Se cree que es la tela que se colocó sobre el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro. Se encuentra dentro de la catedral de San Juan Baptista y cada año recibe miles de visitas de creyentes, no solo de territorio italiano, sino de todo el mundo. Ver el Santo Sudario no es tan fácil, ya que normalmente solo está a la vista el arcón que lo contiene (y por tan el Santo Sudario no se ve). Tan solo se puede ver en contadas ocasiones, cuando el Papa decide llevar a cabo las "ostensiones públicas". Nosotros tuvimos la gran suerte que Massimo (nuestro amigo de Turín) nos avisó de los días se podía ver y pudimos hacer coincidir nuestra visita. A pesar de que no sabemos si es cierto o no que si es una sábana sagrada, tan solo de ver las colas kilomètriques para verlo y vivir la devoción de la gente nos impactó muchísimo.


El Museu Egipcio

Visitar este museo es motivo más que suficiente para ir a Turín. Por su gran colección, el Museo Egipcio de Turín es uno de los museos egipcios más importantes del mundo. Nosotros no tuvimos tiempo de verlo y nos quedamos con las ganas, así que tenemos una visita pendiente a Turín. Si quieres información sobre su colección, horarios y precios de la entrada, puedes consultar la web del Museo Egipcio.

Por supuesto existen muchas más plazas, palacios, iglesias y museos de los que explicamos en este artículo. Lo ideal es que descubras por ti mismo/a la ciudad callejeando, ¡a nosotros nos encanta!

Alrededores de Turín

Sin ir muy lejos del centro de la ciudad, también puedes encontrar lugares atractivos. Estos son los más conocidos:

Parque del Valentino

Con sus 4,2 hectáreas, el Parque del Valentino es el parque más grande y famoso de Turín, a tan solo 3 kilómetros del centro de la ciudad. Su enclave idóneo a la orilla del río Po hace que dar un paseo por allí pueda ser una velada muy agradable. De hecho hay mucha gente que suele pasar el día entero y se lleva su picnic, algo muy recomendable si dispones de varios días en la ciudad. Si tienes la suerte de que tu viaje sea en otoño, vas a poder disfrutar de los espectaculares ocres y marrones que hay en el parque en esa época.


Castello de Valentino

El Castillo de Valentino, situado a las riberas del río Po a unos 3 kilómetros de la ciudad de Turín, fue una de las residencias de los Saboya y des del 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Hoy en día se puede visitar el primer y tercer sábado de cada mes (a las 10h o a las 11:30h). Aunque la visita es gratuita, se requiere hacer una reserva de 3,50€, que será reembolsada cuando vayas. Si tu viaje coincide con esos día de visita, te recomendamos que reserves para ver sus interiores; de lo contrario, siempre puedes acercarte y conformarte con verlo por fuera.


El Burgo Medieval

Es otro de los lugares que se encuentran en el gran Parque del Valentino. Se trata de una reproducción de varios castillos del Piamonte y del Valle Aosta. Fue construido en 1882 para albergar un museo de arquitectura de la Edad Media. Se puede acceder pagando los 3€ de entrada o simplemente ver sus exteriores gratuitamente.


Información útil para el viajero

¿Cómo ir del aeropuerto al centro de Turín?

La forma más barata (aunque no la más rápida) de llegar al centro es en tren, aunque funciona de 8h a 20h y tiene una frecuencia de unos 30 minutos entre semana y 1h el fin de semana. El billete cuesta 3€ y el tren llega hasta Torino Dora GTT. Desde allí hay que tomar otro transporte hasta el centro.

Otra opción es el autobús SADEM. Tiene 2 paradas: Torino Porta Susa (40 minutos) y Torino Porta Nova (45 minutos). La frecuencia de este autobús es de 15 minutos entre semana y cada 30 minutos los fines de semana. El precio del billete es de 6,50€.

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