martes, 2 de junio de 2015

Nepal: Take your time IV


“Un sinónimo de vivir es viajar”
(visto en un twitt)

Santurario del Annapurna

Post scriptum.

Mañana del séptimo día de treking: 26 de noviembre de 2006. Hemos dormido en un lodge del Himalaya (2.920m) y nos dirigimos hacia el campo base de los Annapurnas (4.130m). Tenemos unas 7 horitas por delante. Hace bastante fresquito (llevo los guantes gruesos). Nubes y neblina juegan con el sol a ver quien tapa a quien. Nieve ideal para andar, pendiente suave y continua hacia arriba.

Las nubes y la niebla de verdad están en mi cabeza: ando mirando las puntas de las botas (ahora la izquierda, ahora la derecha) y cuento los agujeritos que dejan en la nieve los bastones (989 la izquierda, 987 el derecho, 990…). No, no pinta nada bien el día, mi cabeza no sé por dónde anda.

De lejos, veo que se acerca un padrino, seguramente inglés: su cara es tremendamente roja y saludable, cabellos blanquecinos, sin bigote, rozando los sesenta largos...Sonrisa permanente, eso seguro. Iba con un par de sherpas y estoy convencido que coincidimos con él, ¿quizás en Chhomrong? ¿Bajando las escaleras? ¿En los baños termales de Tatopani? No importa. Seguro que en algún momento habíamos compartido una parte del camino.

Estaba justo a mi altura cuando en un inglés nada entendedor le debería de preguntar algo así como por ejemplo "Good morning, sir, please, how long is ABC?" Repasó con curiosidad mi lamentable rictus facial (y corporal), amplió todavía más la sonrisa y, con la mirada, me invitó a levantar la cabeza y dar un vistazo al nuestro alrededor. Éstábamos dentro del tramo final del valle que lleva al círculo de los Annapurnas, rodeados de montañas que agujereaban las nubes, coronadas de nieves milenarias; con el Machhapuchhre, a la derecha, presidiendo elegantemente nuestra escenita, haciendo honores al espectáculo de la inmensidad de la naturaleza.

"Take your time", dijo, solamente. Lo dijo suave. Lo dijo dulce. Lo quise oir con una especie de emoción que no he querido olvidar. No creo que nos hayamos visto más.

Viajar también es eso: levantar la mirada de la punta de los dedos de los propios pies, abrir los ojos a lo que te rodea, girar el cerebro y el pensamiento 360º o, mejor, 720º. No esperar nada, liberar peajes de las propias convenciones, certezas y seguridades y dejar que todo entre y todo te sorprenda. Todo.

“Take your time, my friend. Good luck.”


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"Mi primer viaje, viaje fue en el 99: un Vendrel-Tombouctou, a pelo. ¡Uf! En un milisegundo entendí dos cosas simples. La primera, que viajando vives más de lo que ves, y la segundaa, que la nuestra lógica sirve aquí (y no siempre), pero casi nunca, allí: c'est le dakan, nos decían, es el destino tubabus, las cosas pasan porque son así, allí.Podría explicar buena parte de mis viajes a partir del dakan, del destino. He dejado que los viajes se tejan de casualidades que me han llevado por Argentina, Chile, Perú, México, Tanzania, Tunez, Egipto, Camerún, Israel, Turquía, Irán, India, Vietnam, Camboya...Y Nepal."

Pep es nuestro invitado del mes de mayo y temporalmente le hemos cedido el blog para que nos explique su viaje por los Annapurnas. -- Enric y Celia


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