lunes, 15 de abril de 2013

Etnias de Etiopía: Los arbore, un pueblo de pastores


Por muchos poblados que visitemos en el sur de Etiopía, no perderemos la capacidad de sorpresa. Es sorprendente como, en una distancia relativamente tan corta, pueden habitar etnias con unas características físicas y costumbres tan diferentes. Hoy compartimos con vosotros otra muestra de esta diversidad, hoy viajamos hasta la tierra de los arbore.



Aunque dependan en gran parte de los recursos agrícolas para su subsistencia, los arbore se consideran un pueblo de pastores. Vacas, cabras y ovejas son la unidad de medida de sus transacciones económicas y constituyen el capital de la dote matrimonial necesaria para casarse. De todas formas, hemos podido constatar que la gente de las tribus no comen mucha carne, más bien en ocasiones especiales.




mujer mayor arbore


A diferencia de los surma, las casas de los arbore están hechas de madera: ramas entrelazadas cubiertas de barro seco conforman formas circulares que nos recuerdan a los iglús. Poco llueve en esta zona,  ya que por lo que observamos estas viviendas no tienen ningún tipo de aislante para el agua. En el interior, sólo los corderos más imprescindibles, que por otro lado se pueden contar con los dedos de las mano. Al verlo, no podemos dejar de pensar en el valor relativo de las posesiones de todo aquello que los occidentales tenemos en casa, de todo lo que llegamos a acumular y de todo lo que es realmente indispensable... Es un pensamiento que nos persigue y que se repite en nuestros días por Etiopía.


niños arbore


Pocos son los hombres que vemos en el poblado. Son mujeres y niños los que vienen a recibirnos y que despertados la curiosidad, nos rodean regalándonos sonrisas. Los hombres, normalmente de constitución delgada pero fuertes, son más ariscos y la mayoría del tiempo se lo pasan yendo a pastar el rebaño o bien charlando en una buena sombra, viendo como van pasando las horas del día. La división de tareas por sexos es muy clara en África y, en nuestra opinión, son las mujeres las que se llevan la peor parte. Para poneros un ejemplo: son ellas las que se encargan de ir a buscar el agua, y a veces conseguirla significa hacer trayectos de kilómetros.


home arbore


pueblo arbore


Pero si hay una cosa que nos llama la atención son sus pinturas faciales y complementos. Algunos niños llevan en la cara auténticas obras de arte efímero, pinturas increíblemente al por menor y hechas con pigmentos de la propia tierra donde nos encontramos. El sol es abrasador y todo el mundo lleva algún complemento para cubrirse la cabeza, el más común es un trozo de tela liado alrededor de la frente, pero en algunos casos éste se transforma en un elegante turbante decorado con una pluma. También es verdad que en otros casos el buen gusto se deja de lado e imperan más las cuestiones prácticas: el mismo recipiente de calabaza que les sirve de bol a la hora de comer durante el resto del día se convierte en un improvisado y útil sombrero. ¡Viva la imaginación!


niño arbore


Las mujeres llevan infinidad de collares de colores vivos. Por lo que nos explicaron son la evidencia que una mujer es más bella: ¡cuántas más joyas lleven encima y más llamativas sean, más guapa es la mujer!.

Y para acabar, una última curiosidad: en vez de un anillo, en este poblado es la falda la que delata el estado civil de las mujeres. La de piel corresponde a las solteras, mientras que la de ropa se reserva sólo a las casadas. ¿A partir de ahí, ya sabéis qué mujeres son solteras y cuáles las casadas en esta entrada? ;-)


noies arbore




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