sábado, 30 de marzo de 2013

Las tribus del sur de Etiopía, una diversidad única



Después de una intensa primera semana de viaje en la que hemos conocido los surma, deshacemos parte del camino y volvemos a dirigirnos hacia el sur, rodeando el impenetrable valle del Omo. Durante esta segunda semana hemos podido comprobar la variedad de tribus diferentes que habitan el sur de Etiopía. De sorpresa en sorpresa vamos descubriendo los hamer, los dorze, los arbore, los konso, los dassanech, los banna y los borana.

Parece mentira que viviendo a tan poca distancia las unas de las otras haya tanta diferencia física y cultural entre estas tribus. La lengua, la forma y materiales de sus viviendas y las ceremonias cambian sustancialmente cada vez que bajamos del coche a conocer un nuevo poblado. Entre ellos no se mezclan, más bien son rivales que subsisten en la aridez del territorio que habitan.

tribu etiopia, dona surma, mujer surma
En un poblat surma.

Al igual que en el territorio surma, somos conscientes de estar observando un tipo de vida que se está extinguiendo y que en pocos años quedará en anécdota. Aunque esta vez esta sensación todavía es más acentuada. Una carretera asfaltada empieza también a abrirse camino hacia la zona desde Addis Ababa (la capital de Etiopía) y, a pesar de no existir todavía infraestructura turística, empezamos a coincidir con grupos organizados de agencias de turismo de "aventura". No son pocas las ocasiones en las que nos piden propina para poder hacer fotos...

Nuestra sensación es que pronto estos poblados se pueden convertir en parques temáticos y que seguramente, si volviéramos en tan sólo cuatro o cinco años, lo que veríamos sería ya sería totalmente diferente. Es un pensamiento egoísta porque querríamos que todo continuara inalterado como ha estado desde hace años para que el afortunado viajero que llegara a estas tierras viviera experiencias tan auténticas como las que vivimos nosotros con los surma. Al fin y al cabo, esta carretera en teoría traerá el desarrollo de la zona y su gente está totalmente en su derecho, aunque sea a costa de perder costumbres milenarias.


poblado dassaneth, tribu etiopia
En un poblado dassanech
poblado arbore, tribu etiopia, etiopia
En un poblado arbore

Dejamos de lado estas reflexiones y empezamos a disfrutar del momento. Somos unos privilegiados de haber llegado hasta aquí y hoy lo queremos compartir con vosotros a través del blog. Durante los próximos días os explicaremos algo más sobre los hamer, los arbore y los dassanech, las tres etnias que más nos impresionaron de esta segunda parte del viaje por el sur de Etiopía. De momento, y para ir abriendo boca, os dejamos con un vídeo que editamos con las mejores imágenes.




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    lunes, 25 de marzo de 2013

    El donga en acción


    Dicen que una imagen vale más que mil palabras...

    Después de la acogida tan buena de las dos últimas entradas sobre los surma i el donga, recuperamos un video con las mejores imágenes de nuestra visita a esta etnia del sur de Etiopía. Un video en el que podéis disfrutar de las mejores fotografías y ver, como colofón final, las luchas del donga en acción




    En la próxima entrada dejaremos el territorio y continuaremos viajando por el sur de este magnífico país. ¡Esperamos que disfrutéis del video!




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    miércoles, 20 de marzo de 2013

    El donga: la lucha, el coraje y el honor de los surma


    Durante el mes de agosto, después de la época de cosechas tiene lugar el donga, el acontecimiento social más importante del calendario surma. Es un encuentro entre los poblados de la zona, donde los adolescentes de una y otra tribu tienen que demostrar su valentía luchando por parejas con bastones muy largos. Se lucha para demostrar su valentía, por venganzas personales y para ganar a la esposa. El vencedor obtiene el aprecio del poblado al que representa, prestigio social y el aprecio de las chicas jóvenes que muy atentas siguen el acontecimiento. Los participantes, que pueden llegar a ser más de un centenar, luchan por parejas y van quedando eliminados hasta que quedan sólo dos luchadores, de los cuales saldrá el vencedor del torneo.




    Fuimos muy afortunados de poder asistir en el acontecimiento. No tiene una fecha fija y hasta que no llegamos a territorio surma no supimos que justamente coincidía con los días de nuestra estancia. Este hecho, la dificultad de llegar a la zona y la carencia de infrastructuras hacen que sea un acto donde los turistas se cuentan con los dedos de la mano En nuestro caso únicamente coincidimos siete blancos entre las mil o dos mil personas que calculamos que nos llegamos a reunir allá: un fotógrafo alemán de renombre(Hans Silvester), una pareja de italianos y nosotros cuatro. Además, según hemos podido saber, desde el año pasado por cuestiones de seguridad ya no se permite la asistencia de extranjeros al acto -y tenemos que decir que después de lo que vivimos no nos extraña nada que así sea-.





    Los acontecimientos de esta ceremonia van variando con el paso de las horas. Su parte más estética tiene lugar antes de la lucha: en el río cercano al poblado los hombres surma, después de sacarse la ropa, se bañan y empiezan a pintar su cuerpo de color blanco con pigmentos naturales: las pinturas no tienen ningún significado simbólico en particular, pero es un elemento distintivo que tiene por función atraer la atención de las mujeres e intimidar los enemigos en el combate posterior.


    hombres surma pintados


    Más tarde, a primera hora de la tarde, el público se va reuniendo en la explanada donde tendrá lugar el acontecimiento formando un círculo muy grande -en su centro se desarrollará el combate, frente a frente, a golpes de bastón, y por parejas-. Poco a poco diferentes poblados van llegando a pie recorriendo distancias que pueden llegar a ser de hasta 40 km. Llegan de forma desafiante, profiriendo cánticos y bailando danzas propias, haciéndose ver y mostrando subido a hombros el luchador que los representará y que defenderá su honor.




    celebracion donga


    Acto seguido éste busca un adversario: los luchadores se miran, se desafían y luchan. El combate puede llegar a ser durísimo. En muchas ocasiones llegan a partir los palos con que luchan y, lo que es peor, a hacerse heridas tan profundas que en los casos más graves pueden acabar desangrándose. La única protección con que cuentan los participantes son una especie de tejidos cosidos como protectores de rodillas, piernas y cabeza; del todo insuficientes para amortiguar los golpes de bastón tan fuertes que se llegan a dar.

    No hay tregua hasta que uno de los dos se rinde, para hacerlo se arrodilla ante su oponente escenificando la derrota y su sumisión ante el ganador. En este momento de gloria un hombre armado del poblado del vencedor dispara al aire con su kalashnikof para celebrarlo. Unos instantes después el chico que ha vencido ya está buscando otro adversario para volver a luchar y continuar demostrando así su valentía.


    celebracion donga


    lucha donga

    herida donga


    A medida que pasan las horas, llegan más y más poblados que se van incorporando a la lucha. Viendo la escena en este momento, todo es caótico. Más bien parece una batalla campal, donde no se sabe muy bien quién lucha con quién, quién ha ganado más veces, ni quienes se incorporan en aquel momento a la lucha. Hay tanta gente que no sabemos ni donde meternos cuando se nos acercan los luchadores. ¡Estamos metidos de pleno en el meollo!

    Se escuchan disparos en señal de victoria en cada momento pero ya nos hemos acostumbrado a oirlos después de unas horas. Debido a las luchas se ha levantado mucho polvo en el ambiente y molesta a los ojos. Los hombres empiezan a desvariar un poco debido a la ingesta de una cerveza que hacen ellos mismos y que van bebiendo sin pausa.



    donga Etiopía, tribu surma

    donga Etiopía, tribu surma


    El alcohol y el estado de excitación que provoca la violencia de las luchas hace que la cosa se empiece a poner tensa... De repente oímos varios disparos seguidos y vemos mucha gente corriendo hacia el bosque (sobre todo de los mujeres que se encuentran en los alrededores mirando). Como no sabemos qué pasa y continúan disparando, hacemos lo mismo y corremos tanto como podemos dirección al bosque. Pero que mala suerte, cuando ya estamos entre la vegetación nos encontramos de cara en un grupo de cuatro hombres que, asustados de que todo el mundo vaya corriendo hacia ellos, ¡han decidido apuntarnos con su kalashnikof! Suerte que un hombre y una mujer ya de una edad cogieron del brazo a Celia y nos hicieron señales para que nos echáramos en el suelo. De hecho era la decisión más sensata para prevenir una posible bala perdida. Sólo fueron unos momentos, pero os podemos asegurar que el corazón nos latía como nunca.

    Más tarde Bartu -el chico que nos hacía de intérprete- nos explica el motivo del ajetreo. Por lo que entendimos se habían encontrado dos hombres que se las tenían como enemigos y habían disparado sus armas. Riendo nos dice también que no ha pasado nada... ¡Ah, vaya! ¡¿Pues si eso no es nada, porque corría todo el mundo?!.


    hombres surma kalashnikof

    Siendo honestos, pasamos unos momentos que no le desearíamos a nadie...


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      viernes, 15 de marzo de 2013

      Etnias de Etiopía: los surma, un pueblo guerrero



      Viajar al sur de Etiopía es hacer un viaje en el tiempo para ir a ver lo que, hoy en día, éramos hace miles de años. Un viaje que te permite conocer y vivir un fragmento de África que todavía existe pero que está desapareciendo muy rápidamente.

      Acompañados por Galdric y Meri, amigos y compañeros de fatigas con quienes nos hemos ido haciendo viajeros, nuestra ruta por el sur del país fue: Addis Abeba - Jimma - Mizan Teferri - Kibish - Arbaminch - Turmi - Jimma - Yabello - Awassa - Awash - Addis Ababa. Tres días en un 4x4 fueron necesarios para lllegar a nuestro  primer destino: el valle del Omo. Allí viven los surma (también llamados suri), una de las tribus más aïsladas de África.




      No es un viaje cómodo: la carretera asfaltada se pierde a tan sólo 60 km de la capital para dejar paso a una pista de tierra que atraviesa el sudeste del país y que en el último día de ruta deja de existir para pasar directamente al campo a través. Baches, saltos repentinos, polvo, calor... Encontrar un alojamiento básico por el camino con ducha de agua fría es un lujo. La injera, el plato nacional del país, se convierte prácticamente siempre en la única opción a la hora de comer. Una vez llegados a la zona surma evidentemente ya no hay ninguna infrastructura.

      Más de una vez pensamos que nuestro coche nos dejaría tirados por el camino. Ya el primer día descubrimos que nuestro vehículo era especial: ¡se tenía que aparcar siempre en bajada porque sino no arrancaba y tocaba empujar! Poco a poco le fuimos descubriendo otros pequeños "detalles": la manecilla para bajar el vidrio de una ventana y el cuentakilómetros no funcionaban, y si se sacaba la llave del coche en marcha, ¡éste continuaba en marcha! Pinchamos una rueda y varias veces nuestro conductor hizo inventos con algún alambre para arreglar cosas del motor... En fin, que ir en coche por África es una aventura constante para el occidental (auqnue para ellos es del todo normal). ¡Y si te pasa cualquier cosa, todo el mundo te viene a ayudar enseguida!


      coche Etiopia

      Cruzábamos campo a través de la sabana cuando, sin esperarlo, se nos cruzó por ante el coche una figura desnuda y esbelta a toda velocidad... Por fin habíamos llegado a territorio surma. Poco después nos encontrábamos con un grupo y bajamos del coche. La primera sensación fue una mezcla de incredulidad, de excitación y de temor a aquello desconocido. Unos y otros nos mirábamos atónitos a la vez que tímidamente. En aquel momento todavía no éramos conscientes de la magnitud de la aventura que apenas acababa de empezar..

      chicos surmamujer surma

      niños surma

      Llegados al poblado, el jefe, "Arbore", viene a recibirnos y como buen anfitrión nos explica cómo funcionan las cosas allí: para cualquier cosa que queramos hacer se lo tenemos que decir a él y, si le parece correcto, nos lo consigue (es el rey del mambo). Nos explica que aquí también necesitaremos una persona que vigile el campamento por seguridad y a continuación llega un hombre con un kalashnikov dispuesto a hacernos de vigilante por la noche. Nos sorprende, pero accedemos, no sea que... Nos instalamos en una tienda de campaña muy cerca del poblado, donde hemos montado una cocinilla que utilizaremos los próximos días. A partir de ahora nos tendremos que adaptar a la vida surma: dormir en el suelo, cocina básica y prescindir durante unos días de una ducha. ¡Que le vamos a hacer!


      campamento surma

      Durante los tres días siguientes nos acompañan Arbore y Bartu (nuestro traductor) que nos van mostrando y explicando el día a día del poblado. Escenas que parecen extraídas de otro mundo y a las que asistimos perplejos.

      Los surma son auténticos maestros en la práctica del tatuaje, las escarificaciones en las mujeres son símbolo de belleza y en los hombres indican el número de enemigos o animales peligrosos a los que han dado muerte. Así que cuando veíamos un hombre con muchas marcas al cuerpo no podíamos dejar de pensar que es todo un guerrero. También tenemos la oportunidad de ver como hacen un tatuaje a una mujer surma en el brazo.


      tatuaje Etiopia, tatuaje surma

      tatuaje tributatuaje tribu surma


      cocina suma


      La pintura corporal es otro de los rasgos distintivos de los surma: dibujos abstractos, similares a auténticas obras de arte, adquieren vida sobre sus cuerpos. Es admirable la gracia con la que se puede pintar la figura humana y la elegancia con la que es posible exhibirla.


      niños surma




      Muchas mujeres surma lucen unos platos labiales tan grandes que parecen querer estropear sus bocas entreabiertas. Cuanto mayor sea su disco, más suculenta será la dote matrimonial que tendrá que pagar la familia del novio en el momento de casarse. ¡Imagináos que dote debían de tener las mujeres de las fotos!

      mujer con plato labialmujer surma sin plato labial

      poblado surma

      Otro rasgo característico de la cultura surma es que de vez en cuando complementan su dieta con sangre de vaca. El alimento de la sangre es un buen ejemplo de la relación que los surma mantienen con la naturaleza, Después de practicar una incisión en el cuello de la vaca con una flecha, la sangre empieza a brotar. Posteriormente, todos beben. Dicen que la sangre es muy rica en proteínas y aunque nos ofrecieron, esta vez no fuimos capaces de probarla.

      sangre de vaca

      sangre de vaca

      bebida sangre de vaca

      Poder convivir con los surma, aunque sólo haya sido por unos días, ha sido una de las experiencias más impactantes que hemos vivido jamás. Pero si hay un aspecto que nos impresionó fue presenciar una de las ceremonias más importantes en la vida de los adoslescentes surma: el donga. Os lo explicaremos en la próxima entrada...


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        domingo, 10 de marzo de 2013

        Rostros de Etiopía


        Cada viaje es diferente, pero hay algunos que te marcan de forma especial y que significan un paréntesis respecto a viajes anteriores. Para nosotros, en esta selecta lista ocupa un lugar preferencial el viaje que en el verano del 2010 nos llevó por tierras etíopes: un destino singular, no muy conocido y que nos sorprendió muy gratamente.

        Etiopía es un país de contrastes. El norte abarca un pasado histórico representado por los restos de castillos (en Gondar, los únicos de África), iglesias excavadas en la roca (Lalibela) y los vestigios del mítico reino de Saba (Axum). El este esconde paisajes agrestes de la tierra de la etnia afar, que tienen su máxima expresión en el desierto del Danakil y el volcán Erta Ale (considerado el volcán en activo más inaccesible del mundo). Pero en medio de un país tan singular, a caballo entre desiertos inhábiles y fértiles tierras, entre montañas, selvas y sabanas, es en el sur de Etiopía donde se guarda uno de los secretos mejores conservados de esta nación: su diversidad étnica. El viajero se queda perplejo ante el fascinante mundo de sus culturas, costumbres y vestimentas.

        Habíamos leído libros y visto documentales de Etiopía, pero nunca te acabas de imaginar si no es con tus propios ojos que este país llegue a tener tanta riqueza y que haya una diferencia tan abismal entre el norte y el sur, entre el este y el oeste; y es que cada zona parece pertenecer a un país con unos orígenes y una cultura completamente diferentes. Esta diferencia es tan palpable que inevitablemente se traduce también en una diferencia física: según el lugar de origen, la fisonomía, el aspecto, el color de la piel y la indumentaria varían completamente.

        Durante las próximas semanas os explicaremos nuestro viaje. Hoy, para ir haciendo boca, os hemos querido dejar una muestra de esta diversidad con una selección de retratos de gente que fuimos conociendo por el camino.


        niñas etíopesniña etíope

        adolescent etíopnena Lalibeladona Lalibela


        adolescent etíop, Bahir Darnoia etíopehome Bahir Dar


        dona surma


        noi surmadona surma

        noia dassanechdona dassanethdona dassaneth

        dones tribus etíops



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