Sin duda este año 2015 ha sido el del GRAN VIAJE. Un viaje singular y sin regreso, que apenas acaba de empezar... Y es que desde el pasado mes de julio los Quaderns ya no somos dos, sino tres. El 2015 es el año del nacimiento de Ivet y, con ella, una nueva viajera ha llegado al mundo.
Nuestra reciente estrenada paternidad nos ha traído grandes emociones, nos ha cambiado un poco como personas y nos hace ver las cosas con una perspectiva diferente. A partir de ahora nuestros viajes serán un poco diferentes... ¿pero tampoco mucho, eh? Si alguien pensaba que el hecho de tener una hija nos haría dejar de viajar, estaba muy equivocado. Más bien ha sido todo lo contrario, ya que desde muy pronto ya hemos empezado a pasear por el mundo con nuestra pequeña. Y es que no es casualidad que todas las letras de "Ivet" formen también parte de la palabra "viatge" ("viaje" en catalán).
Enero: Mons
El primer viaje del año tuvo por destino la ciudad valona de Mons, una animada ciudad universitaria que consiguió cautivarnos con su oferta cultural y patrimonial. Son pocas las ciudades que cómo ella pueden presumir de tener tres patrimonios de la humanidad. Mons además, en este año 2015 ha sido Capital Europea de la Cultura y nosotros tuvimos la suerte de disfrutar de los actos de inauguración. Con esta escapada visitamos por primera vez Valònia, una parte de Bélgica injustamente olvidada por muchos viajeros y que presenta suficientes atractivos como para incluirla en los circuitos o dedicarle un viaje por sí solo.
Febrero: Berlín
El 2015 ha sido el año de los reencuentros, hemos vuelto a 5 ciudades y Berlín ha sido la primera de ellas. Siempre es un placer volver a la capital de Alemania, una de nuestras ciudades europeas preferidas. La ciudad es historia viva del siglo XX, de lo mejor y del peor que pasó. Polifacética, moderna, abierta, multicultural... y en una evolución constante que hace que cada vez que la visitemos Berlín sea diferente!
Marzo: Roma
Si en febrero volvíamos a Berlín, en marzo tocaba reencontrarnos con Roma. Exactamente 11 años hacía que no pisábamos la ciudad, demasiado tiempo para la ciudad eterna. Una capital que combina a la perfección la historia, arte y buena comida. A pesar de que todavía era invierno, nos acogió con un tiempo espléndido permitiéndonos hacer lo que más nos gusta: pasear por sus calles y plazas sin un rumbo fijo, y descansar de vez en cuando en la terraza de algún bar observando todo aquello que pasa al nuestro alrededor con un capuccino en mano.
Abril: Filipinas, Hong Kong y Macao
Filipinas era una de los destinos a la que más ganas le teníamos desde hacía años. Allá nos encontramos con un fondo submarino que no tiene nada a envidiar al otros rincones con más renombre: nadamos con tortugas marinas gigantes a las aguas de la isla de Apo y tener bien cerca a varios tiburones ballena al sur de la costa de Cebú –una experiencia que nos hicieron latir el corazón a mil por segundo–. También disfrutamos de los paisajes kársticos espectaculares del Nido –que nos recordaron a la bahía de Halong del Vietnam y las montañas de Yangshuo de la China–, y de playas paradisíaques de Port Barton. Nuestro pequeño paraíso, pero lo encontramos en Siquijor, una isla alejada del turismo de masas donde parece que se pare el tiempo. De vuelta aprovechamos para conocer Hong Kong –una de las metrópolis asiáticas más apasionantes– y Macao –una extravagante ex-colonia portuguesa que se ha convertido en Las Vegas oriental–.
Mayo: Uzbekistán y Moscou
Nuestra particular Ruta de la Seda por etapas este 2015 ha tenido parada en Uzbekistán. Durante dos semanas recorrimos el país de oeste a este, empezando por Nukus y el mar de arena que finos hace sólo unas décadas ocupaban las aguas del Mar de Aral. Desde allá en la ciudad de cuento pero excesivamente reconstruida de Khiva, la mágica Bukhara –esta si que mantiene esencia de la antigua Ruta– y la mítica Samarcanda, lugar del que habíamos escuchado hablar infinidad de golpes desde pequeños y que finalmente pudimos pisar. De vuelta hacia Barcelona aprovechamos la escalera larga en Moscú para visitar la Plaza Roja y el Kremlin, los lugares más emblemáticos de la capital rusa.
Junio: Torino
Tres meses después de visitar Roma volvíamos a nuestra estimada Italia, este golpe con destino Torino. Con la excusa de ver la "Santa Sindone" –sólo expuesta al público mucho tanto en tanto nos reencontramos con nuestro amigo Massimo, a quién conocimos navegando en un barco de carga por la costa chilena. Massimo fue un gran anfitrión y como tal nos trató como unos más de su familia. Pasamos muy buenos momentos recordando "batallitas" viajeras y descubriendo una ciudad que presenta interesantes atractivos por el viajero: la catedral y el mencionado santo sudario, las residencias y palacios de los Saboya, la Mole Antonelliana y su museo del cine, el Museo Egipcio –el segundo más importante del mundo después del del Cairo–...
Julio
Y el séptimo mes descansamos... ;)
Agosto: Primer viaje en tren de Ivet
Con sólo quince días de vida Ivet hizo su primer viaje en tren. Con la excusa de huir de las calurosas noches de verano de Barcelona, decidimos marchar hacia pasar unos días al pueblo de la familia de Enric. Aprovechamos para descansar y pasear por los campos de la llanura de Lleida.
Septiembre: Croacia, Montenegro y Bosnia (primer vuelo de Ivet)
Este fue el primer vuelo y el primer viaje en Europa con Ivet, y a pesar de que decidimos no marchar más de una semana para ver cómo nos adaptábamos a nuestra nueva personita (y ella a nosotros), resultó un viaje mucho más fácil de lo que pensábamos en un primer momento. Teniendo como base Dubrovnik hicimos excursiones de un día a varios lugares de la costa dàlmata y de las vecinas Montenegro y Bosnia-Herzegovina. Además de la propia Dubrovnik, nos gustaron especialmente la isla de Korcula–donde aseguran que nació Marco Polo–, la montenegrina Kotor y Mostar, donde todavía son patentes las heridas de la guerra.
Octubre: Georgia, Armenia, Nagorno Karabahk, Atenas y Jordania
Superada con nota la prueba del primer viaje con Ivet, nos decidimos a hacer un viaje más largo. Durante tres semanas y media los tres recorrimos las iglesias y monasterios de Georgia y Armenia, conocimos de cerca la forma de vida de minorías como los molokans y los yazedis, descubrimos Nagorno Karabakh -un país no reconocido del que sabíamos muy poco y que todavía no figura en muchos mapas-, volvimos a pasear por el Partenón de Atenas, reseguimos los pasos de Lawrence de Arabia en el desierto de Wadi y quedamos impresionados con las edificaciones excavadas en la roca de la mítica Petra.
Noviembre: Nueva York
New York, New York... Era la cuarta vez que íbamos pero la primera con Ivet. Teníamos muchas ganas de vivir la ciudad más allá de la visita de sus iconos y así lo hicimos. Durante los 25 días que estuvimos coincidimos con el Veteran’s Day, el día de Acción de Gracias y el Black Friday. Pudimos disfrutar de la ciudad sin prisas, decidiendo cada mañana al quitarnos el que haríamos aquel día y sobre todo disfrutamos de la ciudad con tiempo, descubriendo rincones que difícilmente llegas a ver en visitas de unos pocos días o de una semana.
Una buena traca final con una gran año en la que hemos hecho nuevo viajes en el extranjero visitando lugares de dieciséis países diferentes. Sin duda la del 2015 ha sido una buena “cosecha” viajera, una de aquellas difíciles de repetir.
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