Shiraz, la "ciudad del vino y las mujeres" en Irán ~ Quaderns de bitàcola

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No, no es ninguna broma. "Shiraz, ciudad del vino y de las mujeres", así es como antiguamente se conocía esta ciudad del suroeste de Irán. Eran tiempos en que los shas todavía reinaban, en la zona se hacía un vino de renombre internacional, y en el país se hablaba más abiertamente de las relaciones amorosas. Con la revolución islámica y la llegada de los ayatolás, la ciudad cambió esta denominación por una religiosamente más correcta: "Shiraz, la ciudad de las flores y de los poetas".

Y es que una de las razones por las cuales vienen hasta aquí iraníes de todas partes es porque están las tumbas de dos de los poetas más importantes de la historia del país: Hafez y Sa'di , que vivieron y murieron en la ciudad. Hafez significa "el que sabe de todo corazón" y fue una de las personas capaz de recitar el corán de memoria, de principio a fin y, lo que es más difícil: a la inversa. ¿Curioso, verdad? Dicen que su lírica llegó a lograr un grado tan alto de exquisitez que pasó a tener fama de santo.

Mausoleo del poeta Hafez

Dicen que a la primavera es la mejor época para ir a Shiraz, cuando los jardines de los numerosos parques y palacios están repletos de flores de todos colores y la gente practica su hobbie preferido: pasear en familia. Nosotros hemos venido justamente en la época en que más frío hace (en enero) y no hay flores, pero hemos tenido la oportunidad de ver todos los jardines emnblanquedidos por la nieve. Cada año los jardines florecen, pero en cambio aquí la nieve es una rareza. Según nos han dicho, hacía 10 años que no caía una nevada como esta, así que hemos presenciado un momento singular. ¡Mirad que blanco estaba todo!

Jardines del Mausoleo del poeta Hafez

Y lo podemos corroborar feacientemente, ya que para llegar a Shiraz desde la ciudad de Yazd tuvimos que dedicar 16 horas, en un trayecto que no dura más de 6 en condiciones normales. La nevada fue tal que nos quedamos atrapados en la carretera por la nieve acumulada. Aquel día pensamos que nos tocaría hacer noche en el autobús, pero afortunadamente un quita-nieves hizo acto de presencia para ir abriendo camino a los vehículos y permitirnos llegar a Shiraz de madrugada. Aquí tenéis la prueba:

Trayecto en bus de Yazd a Shiraz, con la carretera bien nevada

Una anécdota viajera más que ente no nos impidió visitar la ciudad, tan nevada que nos compramos unas botas de agua. Entre los callejones del bazar nos desorientamos buscando Aramgah-e Sha-e Cheragh, la mezquita donde reposa el venerado Sayyed Mir Amhad -uno de los 17 hermanos del Imam Reza-. Fue gracias a un chico que se ofreció amablemente a acompañarnos, que la encontramos. Como todos los iraníes, nos brindó su hospitalidad sin pretender nada a cambio. ¡De hecho, él no hablaba nada de inglés, pero nos entendimos por gestos y sonrisas.

Aramgh-e Sha-e Cheragh

Con Abás, el chico que conocimos, delante del mausoleo de Sayyed Mir Amhad

Y como es tan difícil decir que no cuando la gente es tan hospitalaria, continuamos con la compañía de Abás para ver otro de los edificios emblemáticos de Shiraz: Arg-e Karim Khan, una ciudadela que se encuentra en medio de la ciudad y le da un aire muy especial. El interior del recinto no hace justicia a las imponentes murallas que dan la bienvenida al visitante. Únicamente se puede ver el jardín y algunas de sus aposentos, a pesar de que muchas están vacías.

La ciutadela de Shiraz: Arg-e Karim Khan

Chicas haciendo un muñeco de nieve delante de la ciutadela

En Shiraz se encuentra también la que para muchos es la mezquita más bonita de todo Irán (o al menos para muchos): Masjed-e Nasir-al Molk. Después de visitarla podemos decir que sí que se merece este calificativo; el interior guarda un tesoro magnífico que no deja indiferente: columnas y techos decorados con relevos y pequeñas baldosas con motivos florales, con unos ventanales que dejan entrar la luz a través de los vidrios de colores. ¡Un espectáculo de belleza! Todo lo que podamos decir sobre el lugar se queda corto, ¡nos encantó!

El interior de Masjed-e Nasir-al Molk

Detalle de una lámpara dentro de la mezquita

Muy cerca de la tumba de Hafez encontramos Imamzadhe-ye Ali Ebn-e Hamze, un mausoleo con un interior espectacular, lleno de espejos que deslumbran y cubren todas las paredes y techo. En principio la visita es sólo para fieles, pero en la entrada no nos dijeron nada y nos pasamos un buen rato dentro. En el mausoleo, los llantos de hombres y mujeres que le rezan al difunto son sobrecogedores. Es una ocasión única para palpar la fe de la gente. En la Irán la religión es omnipresente, se mezcla con el día a día de la gente, forma parte de su cultura y forma de entender el mundo.

Imamzadhe-ye Ali Ebn-e Hamzze

Parte de la mezquita por donde entran las mujeres

Tumba dentro de la mezquita, el lugar considerado más sagrado

Y si Shiraz es la ciudad de las flores y de los poetas, Isfahan es la meca de la arquitectura persa. Una ciudad para disfrutarla en todos sus rincones... ¡Pero esta ya la veréis en otro tabla!

Información útil

Cómo llegar:

Shiraz, Yazd e Isfahan forman un triángulo. Desde las dos últimas y desde Teherán se puede llegar en bus directo. Si vas desde Yazd recomendamos hacerlo en taxi para visitar por el camino Pasadargae y Persépolis, esta última de visita ineludible. El taxi para hacer la ruta Yazd-Pasadargae-Persèpolis-Shiraz nos cobraba 1.200.000 riales. Finalmente, debido a la nieve, hicimos el trayecto en bus y Yazd-Shiraz, que nos costó 130.000 riales pp. Shiraz cuenta también con aeropuerto internacional.

Alojamiento:

Nosotros nos alojamos en el Sadra Hotel, muy cerca de Karim Khan-e Zand Boulevard, la zona comercial y céntrica de la ciudad. La habitación triple con baño y desayuno incluído nos costó 700.000 r./noche (wi-fi de pago), es un equivalente a un tres estrellas de aquí. Muy recomendable, sobre todo porque va la gente local.

De viajero a viajero:

Si no tenéis tiempo de ver las dos tumbas, os recomendamos ver la de Hafez, ya que quizás va más gente y el ambiente festivo se puede palpar en todo momento. Entrada tumba de Hafez: 100.000 r pp. Un taxi desde el hotel (centre) a la tumba cuesta 6000r.

A la entrada de Aramgah-e Sha-e Cheragh, no llevéis la vista ninguna cámara, ya que en principio no se pueden hacer fotos; una vez adentro podéis hacer alguna disimuladamente y de manera respetuosa (había gente local que hacía). Aunque los no musulmanes no pueden entrar al mausoleo de Sayyed Mir Amhad (dentro de la plaza), se puede ver desde fuera. Visita gratuita.

Para visitar Masjed-e Nasir-al Molk tened cuidado con los horarios, ya que cierran a las 13:00 h y hasta las 15:30 no abren. Y sobre todo, recomendamos estar un buen rato en el interior de la sala de las columnas, ¡vale mucho la pena esperar el momento que no haya nadie para hacer las fotos más bonitas en la mezquita más bonita de Irán!. Entrada: 30.000 r pp.

La ciudadela Arg-e Karim Khan tiene su qué, pero el interior no vale mucho la pena; existen otros jardines y patios más bonitos sin tener que pagar entrada. La entrada vale 150.000 r.pp.

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