domingo, 21 de mayo de 2017

Varzaneh, el pueblo de las mujeres de blanco en Irán


Entre la ciudad de Kashan e Isfahan , encontramos Varzaneh, un pueblo de unos 11000 habitantes que, aparentemente, y según nuestra guía de viaje no tendría que ser muy importante, si no fuera por la peculiaridad de que las mujeres que allí viven, en vez de vestir el típico “chador” de color negro lo llevan de un blanco inmaculado. Una imagen que rompe con el estereotipo que teníamos.

Llegamos hasta este pueblo gracias a la recomendación de un amigo fotógrafo, Rodolfo Contreras, y creemos que acertamos de lleno. Pasamos tres días alojados en la casa de una familia muy acogedora que contactamos a través de couchsurfing , una manera de conocer gente local que resultó una muy grata experiencia, tanto para nosotros como para la nuestra pequeña Ivet. El hecho es que esta familia resultó tan hospitalaria que nos hicieron sentir como casa nuestra. A pesar de no hablar demasiado el inglés, el marido nos hizo de guía por el pueblo y las cercanías y nos llevó a los lugares más emblemáticos; fue entonces cuando descubrimos que este pueblo posee un patrimonio muy interesante que todavía está por explotar (turísticamente hablando).

A continuación hemos hecho un listado de los lugares interesantes para visitar en Varzaneh y sus alrededores:


El puente Viejo

Se trata del último puente viejo que existe sobre el río Zayanderud y su misión actualmente es conectar el distrito viejo de la ciudad con el nuevo. Pasear por su orilla cuando cae el sol te asegura una de las mejores postales del pueblo, ya que sus 10 arcos apuntados se reflejan en el río, con la mejor luz fotográfica que puedes encontrar.



Torre de los pájaros

En los alrededores de Varzaneh existen más de 100 torres de pájaros, diseminadas por el territorio. Contarriamente de lo que creíamos en un primer momento, no se utilizaban para enviar palomas mensajeras a otros lugares (podía ser creíble, pero no), sino para utilizar el estiércol que hacían las palomas como fertilizante para las tierras de cultivo de la zona. El fertilizante siempre ha sido uun bien muy preciado debido a que el terreno es desértico, por eso el ingenio de los persas hizo que crearan esta fábrica de abono muy cerca de donde vivían. Se trata de una torre llena de miles de pequeños agujeros por donde pueden entrar los pájaros y establecer su nido y así dejar sus cacas allí. Un invento muy inteligente, ¿no crees?




Desiert de Varzaneh

A tan solo 15 km de Varzaneh encontramos uno de los desiertos con las dunas más altas de Irán (hasta 62m de altura). Este desierto de unos 50 km de diámetro, es uno de los lugares donde a la gente local le gusta ir y disfrutar de un picnic viendo un paisaje espectacular; incluso hacer una hoguera y cantar con los amigos, o bien practicar el sandboarding o hacer alguna pequeña carrera de coches por las dunas. Este lugar desértico es de acceso muy fácil desde la ciudad de Varzaneh, ya que se puede llegar por carretera hasta las mismas dunas. Una vez dejado el coche, lo mejor es descalzarse para subir a pie a ritmo lento la pendiente de una de las dunas más altas, de se de donde se podrá ver unas vistas inmejorables de todo el desierto. Vale la pena el esfuerzo, ¡inclúso porteando un/a bebé!




Lago de sal

A 30 kilómetros de Varzaneh encontramos uno de los desiertos de sal más impresionantes del país, que en realidad es un lago que se ha secado en casi toda la totalidad. Se trata de una extensión de 15 Km y por debajo del nivel del mar, que ha hecho que el paisaje desértico de la zona se convierta de color blanco. Una imagen más parecida a un paisaje de nieve que propiamente de sal.

Molino de los camellos

Un viejo sistema para moler trigo ha sido revivido para utilizar los camellos de la zona. Hoy en día ya hace un siglo de la última vez que un iraní utilizó este sistema. Mohammadi es el propietario y fundador del molino de los camellos, que actualmente se utiliza más con propósitos turísticos, aunque ocasionalmente muele trigo para familiares y parientes. Mientras canta una canción folclórica iraní muy curiosa, estira la cuerda del camello, y este da vueltas a una piedra que muele el trigo. El edificio donde se encuentra la piedra es completamente tradicional, la típica casa de barro que tiene un patio con un espacio donde hacer té. El molino de camellos se encuentra en las afue5ras de Varzaneh, por la carretera del cementerio. Se cobra una entrada de 50.000 riales.



Complejo del buey

Haj-Ibrahim es el local que hizo revivir el sistema de hace 50 años, utilizando una competición específica de bueyes que se hacía llamar entre los locales “la competición Zaboli” (Zabol es una ciudad interior del sudeste de Irán). En el caso de Haj-Ibrahim, pasó más de 6 meses para enseñar a trabajar a un buey salvaje. Lo más increíble es que el buey sólo trabaja cuando su propietario le canta su canción particular. El sistema es principalmente un buey, una cuerda, una rueda y un cubo. Utilizándolo, se suministra agua a los campos y se calcula que en las 6 horas que puede trabajar un buey un día se puede regar hasta 1500 metros cuadrados de campo de trigo, así que no es nada despreciable. Este sistema se utilizaba hace 600 años hasta hace sólo unos 10 años, cuando gradualmente los labradores empezaron a regar con agua utilizando otras máquinas. La entrada para ver el buey vale 50,000 riales.



La ciutadela abandonada de Ghoortan

La antigua ciudadela de Ghoortan se encuentra a solo 12 km en el oeste de Varzaneh, a la orilla del río Zayanderud. Esta ciudadela hecha de barro y actualmente abandonada desde hace unos 30 años ha sobrevivido a desastres naturales y muchas guerras desde hace más de 1000 años. Con una muralla de paredes muy gruesas hechos de barro, fue en su día un complejo protegido por las personas que vivían en la región. Actualmente se puede entrar por la gran puerta principal, bajo una de las torres que quedan de pie, ahora restaurada. Andar por sus calles es adentrarse en un lugar mágico, y un buen ejercicio de imaginación para saber como debía de ser aquello antes de que las paredes de barro de muchas casas debido al viento y el paso del tiempo cayeran para no levantarse más, como si se tratara de uno pueblo fantasma. Hoy en día, sólo cuatro familias viven en el interior de la ciudadela. Se puede averiguar fácilmente donde viven viendo donde llegan los cables de la electricidad.

Actualmente, dentro de la ciudadela han cuatro mezquitas (una muy nueva), una casa de palomas, un molino y muchas casas medio destruidas. Está protegida por catorce torres de ronda, muchas medio caídas, y hay dos puertas de entrada. El grueso de las paredes varía de 3 a 4 m y tienen aproximadamente 9m de altura. La ciudadela tiene una área de 40.000 metros cuadrados, así que podéis imaginar que no se trata de una pequeña ciudadela, en su momento fue un lugar muy importante.<




La peculiaridad de Varzaneh

A pesar de que los desiertos de arena y de sal, las ciudades de barro y las torres y los sistemas antiguos de trabajo en el campo nos fascinaron, lo que más nos sorprendió de Varzaneh fue ver las mujeres que visten con chador blanco, un hecho atípico en el resto del país.

Algunos creen que el hecho que las mujeres de Varzaneh vistan chador de color blanco proviene del Zoroastrianismo, una de las religiones más antiguas del mundo, debido a que el blanco era un color sagrado. Y es que esta tradición está instaurada desde hace miles de años en la región. De hecho, no es nada extraño encontrar objetos zoroastras en las casas de Varzaneh, y también escuchar hablar un dialecto muy diferente al parsi que dicen que proviene del Zoroastrismo. Otros creen que el hecho de vestir de color blanco (en vez de negro) es debido a la abundancia de algodón en esta región, ya que durante centenares de años se ha cultivado algodón en estas tierras. Mientras que algunas personas sencillamente piensan que el blanco es un color cómodo que no da calor durante los calurosos veranos que hay en la zona. De hecho, lo más curioso de pasear por Varzaneh, es ver mezcladas mujeres que visten de negro con otras de blanco, como si de piezas de ajedrez se tratara.






Información práctica para el viajero

Cómo llegar: desde Kashan (300 Km) lo más fácil es ir con un bus local (4h/100.000 rials pp). Hay buses aproximadamente cada 2 h de frecuencia. Aconsejamos preguntar horarios en la estación de bus de Kashan o en el hotel donde nos alojamos.


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